martes, 23 de julio de 2013

Apartheid cultural en el Zulia promueve el régimen

Personajes de las artes y la cultura en el Zulia estremecen las redes sociales este lunes debido a la presunta negativa del Gobierno regional, a través de la Secretaría de Cultura, de rendirle tributo al gran poeta Hesnor Rivera, a propósito de la celebración de los 85 años de su nacimiento.“Ayer (19/07/13) fui informada por el Dr. Jesús Angel Parra (Coordinación de Literatura de la Secretaría de Cultura y vicepresidente de la Academia de Historia del Zulia) que el homenaje al poeta Hesnor Rivera (que él había anunciado) fue suspendido por Jerzy Lukaszewski, debido a que ‘Hesnor Rivera no forma parte de la política del Gobierno’”, denunciaba Montserrat Colomina, politóloga, promotora cultural y locutora.

“Esto es muy muy serio...”, prosigue Colomina. “Hoy será esta actividad y mañana será otra... Y en poco tiempo nuestra identidad zuliana será redibujada por vía impositiva. Un puñado de funcionarios públicos no puede decidir lo que es y no es de interés para los zulianos. Un empleado público no puede echarle tierra al patrimonio artístico del Zulia. Esto es inaudito, insólito e inmoral”.

Rivera es autor de “Silvia”, uno de los poemas de amor más importantes de la literatura latinoamericana, así como uno de los últimos caballeros del desaparecido grupo literario “Apocalipsis”. Nació el 12 de julio de 1928 y murió el 17 de octubre de 2000.

Desagravio

Valmore Muñoz Arteaga, decano en la Universidad Católica Cecilio Acosta, se comprometió a llevar adelante el tributo con el respaldo del escritor marabino Norberto José Olivar, en septiembre.

“Estoy convencido de que contaremos con todo el respaldo del rector Ángel Lombardi. Hagamos algo bien significativo. La mediocridad se vence con trabajo. Yo le debo mucho a Hesnor Rivera y creo que en este momento pueda saldar, en parte, esa deuda”, manifestó.

Por su parte Iraima Georgina Palencia, directora de Cultura de LUZ, ofreció los espacios de la dependencia a su cargo para “tan necesario homenaje” y esta “gran iniciativa”.

Entretanto, el poeta y ensayista Luis Perozo Cervantes anunció que el Movimiento Poético de Maracaibo asumirá de forma privada la realización de ese evento, “con el compromiso de no dejarnos acallar por burócratas y políticos venidos a más”.

“El organizador es Jesús Ángel Parra, a quien ya han perseguido antes, cuando ese mismo personaje, alías ‘Yafar’ (suponemos que se refiere a Lukaszewski), le prohibió la participación a la Coordinación de Literatura de la Secretaría de Cultura en el II Festival de Poesía de Maracaibo y en la actividad llamada Jammings Boxing, con la excusa del que el Movimiento Poético era de derecha. Pues se han quitado la careta y han dicho con esto que ellos no harán ninguna actividad que vaya contra sus ‘políticas’. A mí esto me huele a intolerancia e ignorancia. Son personas incapaces de reconocer el genio de un poeta como Hesnor”.

Ante tales pronunciamientos, la hija del homenajeado, Celalba Rivera Colomina -residenciada en España-, dice respirar tranquila tras saber que el Gobierno regional no estará involucrado en el tributo.

"No hace ninguna falta que intervenga la Secretaría de Cultura para que salgan adelante los homenajes al poeta. Sus alumnos, sus amigos, sus lectores y los ciudadanos que entienden que la cultura no le debe nada al poder -antes bien, se muere cuando se 'institucionaliza'- están ya moviéndose para buscar otros lugares más amables, donde la poesía no tenga que arrodillarse ante burócratas", sentenció.

Por último, el también poeta JLMonzantg –profesor en la UNICA- empleó su Twitter para dar tres “campanazos”:

“La Biblioteca María Calcaño se deshonra al negarse a rendirle homenaje al poeta Hesnor Rivera / La Biblioteca María Calcaño debería buscar un asesor que no se vista de rojo, no debe ser tan caro / La Biblioteca María Calcaño negando a Hesnor Rivera, recuerda a los suecos negando el Nobel a Borges / ¿Hay alguien ahí? ¿Ahí, en la Biblioteca María Calcaño?”

Jairo Márquez Lugo (@JMarquezLugo)

sábado, 20 de julio de 2013

Este "socialismo" chavista tan pinochetista. Crónica: Perdigones en la cédula, por Leonardo Padrón

Se llama Ivonne, usa pelo corto, boina y personalidad. Trabaja como chef en Barquisimeto. Ese día, el 16 de abril del 2013, decidió no trabajar y sumarse a la protesta por el turbio resultado de las elecciones presidenciales. Una parte de sí hubiera preferido amasar el cansancio de tantos días en la promesa de su cama. Pero andaba incrédula y rabiosa. Al llegar a la Avenida Morán se sumó a la multitud que manifestaba pacíficamente. Se sentía más ciudadana de su país que nunca. Hasta que el aire se embutió con el crujido de los perdigones. Llegó la guardia. Ivonne quiso correr. Pero un peinillazo aterrizó en su cabeza. Y otro. Y otro. Era una mujer militar quien la golpeaba con una vehemencia gratuita. La llevó, a ritmo de peinilla, hasta una tanqueta cercana. Se inició un tejido absurdo de escupitajos, órdenes de caminar en cuclillas y gritar loas a favor de Nicolás Maduro. Cuando quiso entender ya estaba en el Comando 47. Esa sería la escenografía de su pesadilla. Una sargento se acercó con una botella de agua. Juraba que era un pequeño gesto de desagravio. Pero la botella de agua estaba congelada. Dura como granito. La Sargento la llenó de golpes de agua congelada. Le dio con su casco militar, con sus botas militares, con su rabia militar.

En el Comando 47 descubrieron dos afrentas mayúsculas para la revolución. Ivonne era homosexual y bisnieta de Jóvito Villalba. “Tú sabes que nosotros odiamos a los gays, ¡no?”, le dijo La Sargento mientras apaleaba sus rodillas. Ivonne ni siquiera entendía el delito de su condición sexual en un día de efervescencia política. “¿Quién de ustedes es la Villalba?”, graznó alguien que ostentaba un alto rango militar. Ella levantó la mano desde el orgullo, desde la conciencia que se sabe limpia. “A ti es que te voy a sacar la mierda!”, y el Alto Rango clavó esa línea en sus tímpanos. Ivonne Echenagucia recibió descargas eléctricas en sus manos y piernas. El estupor crecía como una nube oscura. El zapato derecho se le derritió por la electricidad. Un grupo de soldados recibió la instrucción de golpear a los detenidos. Uno de ellos les daba patadas de bajo impacto, molesto con la orden. En un gesto secreto le dio un celular a Ivonne para que avisara a su familia. Los adoctrinaban en el socialismo mientras hacían cinco horas de sentadillas. La Sargento Aquella decidió trasladarla al médico del Comando. Venía otro acto de “desagravio”. En el trayecto, cuando nadie las observaba, arremetió contra Ivonne. Golpe al estómago. A las piernas. Al orgullo. Al gentilicio. “Nunca en mi vida había tenido tanto miedo”, llora debajo de su boina.

Ivonne me cuenta, al borde de un refresco, que luego de haber hecho la denuncia pública, dos hombres la interceptaron en la calle. “El primer balazo va a ser en la pierna. El segundo en la cabeza”. Una gentil manera de pedirle que se callara la boca. Le pregunto por qué insiste en denunciar a sus agresores. “Mi abuela nació en la cárcel”. Ella le contó de la lucha irreductible de Jóvito Villalba contra las dictaduras de Gómez y Pérez Jímenez. La conminó a no callarse. El silencio y la libertad no combinan moralmente. Y allí está Ivonne. Quiere justicia. Y eso que llaman democracia.

***

Ehisler Vásquez lo reconoce: es el galancito de su familia. Diecinueve años, elocuencia y una carismática sonrisa. Aunque es una virtud compartida. Porque es gemelo. Una virtud lesionada. Porque cinco perdigones le reventaron la cara. Una tronera en carne viva que le hizo voltear la cara de repulsión al más pintado. Eso ocurrió también el martes 16 de abril. ¿Su delito? Marchar hacia la sede del Consejo Nacional Electoral en Barquisimeto para consignar un documento, junto con miles de personas, donde pedían el recuento de los votos de las elecciones presidenciales. Insistían en que el ganador había sido Henrique Capriles. Cuando llegó la Guardia Nacional ellos se resguardaron en el estacionamiento del Sambil. Finalmente, salieron con las manos en alto cantando el himno del país donde nacieron. ¿Quién puede suponer que cantar el himno nacional ocasione cinco perdigones en la cara?

Los médicos apenas pudieron extraerle un perdigón. Los otros cuatro –quizás, dicen- serán expulsados en dos años por el propio cuerpo. Ehisler fue uno de los casos más notorios en la barbarie represiva de las autoridades militares. Su mejilla explotada se reprodujo en la prensa y en las redes sociales. Parecía el mordisco rabioso de un monstruo. Una brusca llaga en su autoestima. Durante un mes entero no salió de su casa, escondiendo el lado derecho de su rostro. El galancito de la panadería. El efusivo estudiante de Mercadeo y Publicidad. Durante quince días solo pudo ingerir alimentos a través de un pitillo. Ha sido operado tres veces. Falta una operación más. Falta dolor.

Eishler se quita la dramática venda que cubre su mejilla. Me enseña la monumental cicatriz. Me conversa su indignación. “¿Volverías a ir a una manifestación contra el gobierno después de lo ocurrido?”, le pregunto. “Ahora más que nunca!” responde y su rostro se infla de certeza. Los militares lo bautizaron como “Cachetón”. Y justo allí, le descargaron la furia de su mal llamada patria. Una patria, cinco perdigones en la cara.

***

“Yo ni siquiera estaba en la manifestación”, me cuenta Yorgelis Piña con el apremio de sus 18 años. Pero resulta que se tropezó de pecho con el país. Ese día estaba entrenándose para trabajar como centralista en una línea de taxi en Barquisimeto. Sabía del alboroto en la calle y prefirió postergar su hambre. Cuando salió, con una amiga, resurgieron los disparos. Ellas hicieron señas para que no les dispararan. De nada sirvió. Fueron seis guardias contra dos jóvenes aterradas. Una mujer militar, una réplica de La Sargenta Aquella, le puso una navaja en el cuello: “Maldita, te vamos a matar!”. Yorgelis apenas atinó a defenderse con una verdad urgente: “Yo soy hemofílica”. La mujer, vestida de verde furia, le respondió: “¿Y?, yo no soy doctora”. Las golpearon. Las insultaron sin pausa. Les vaciaron encima una ruda porción de terror psicológico: “Las vamos a mandar pa’Uribana, pa’Tocuyito. Ahí les van a hacer de todo”. Yorgelis pensó en el infierno que son esas cárceles. “Me puse a llorar”. Sintió que salía humo de su corazón.

***

Ninguno se conocía desde antes. Los unió la vejación sufrida. La impotencia de ver cómo -días después- el Consejo Legislativo condecoraba a los guardias nacionales que formaron parte de la embestida. Descubrieron que algo más los unía. Sus familiares habían sido luchadores por la democracia, perseguidos por la dictadura de Pérez Jímenez muchos de ellos. La abuela de una, el padre de otro, tíos. Una poderosa casualidad. La indignación puede germinar como una mata de toronjil. Decidieron hacer algo. Fundaron un movimiento para apostar por la paz, la justicia y los derechos humanos. Todo eso que sintieron vulnerado en carne propia. FUNPAZ, así se llaman ahora. Jackson Escalona, su propulsor central, me cuenta que ahí están congregados al menos 120 afectados por los sucesos del 15 y 16 de abril en Barquisimeto. Sucesos que el gobierno no menciona. Gente imputada por delitos que ni saben nombrar. Gente que apostó por otra versión de país. Gente que sigue amenazada. Que venció el miedo. Gente que insiste en su derecho a protestar. El orgullo ha sido vapuleado con agua congelada. Hay perdigones en la cédula de identidad. La patria no es una consigna en cadena nacional. Quizás es, simplemente, una cicatriz en el rostro.

***

Me mostraron un collage de videos. Todos grabados desde celulares por testigos. Cuando comencé a verlos tuve que pedirle un whisky al mesonero. Necesitaba estómago para lo que estaba viendo. Mucha sangre. Heridas grotescas. Gente con las manos en alto recibiendo disparos. Guardias penetrando a un edificio para sacar a los manifestantes y empujarlos, golpearlos, humillarlos.

Esa noche, después de hablar largamente con ocho ciudadanos de este país y oír las insólitas historias de 70 detenidos en Lara por reclamar un recuento de votos, sentí que la indignación era imposible de domesticar con un simple whisky. Nada ha pasado con sus denuncias. Están en un pozo negro. “La protesta política está proscrita”, me dice uno de ellos. El informe de Provea sobre esos días es alarmante. Los derechos humanos son letra muerta. Tanta impunidad exige que se active el deshielo de nuestra indiferencia. Es urgente, impostergable. El país anda herido. Cierto. Pero hay gente que más nunca se va a callar.

¿Y tú? ¿Sigues hibernando en el silencio?



viernes, 12 de julio de 2013

Testimonio del Presidente de la FCU-UCV

"El día de ayer jueves luego de que el Mov. Estudiantil diera una nueva muestra de compromiso con el diálogo y las intenciones de resolver el conflicto universitario al reunirnos con Jheyson Guzman Vice ministro de políticas estudiantiles que en anterior encuentro no había reconocido nuestras peticiones pero que luego de los avances obtenidos en las reuniones con el Vice ministro de planificación y director de Opsu Humberto Gonzales y con las Comisión de desarrollo Social de la AN, presidida por el diputado Oswaldo Vera en la que ambos reconocían la problemática y el pliego petitorio consideramos asistir al encuentro del día de ayer celebrado en el Museo de Arte Contemporaneo.

Lo primero que encontramos es que habían convocado a estudiantes afectos al gobierno que en muchos casos no eran representantes estudiantiles, caso bachilleres de la UBV y la UNEFA que no sabemos quien los eligió como representantes de todos nuestros compañeros de las referidas casas de estudio que no tienen el derecho de elegir, caso Kevin Avila expulsado de la Universidad Central de Venezuela por supuesto era un encuentro asambleario en el que el vice ministro había planificado mayoría evidente de los gobierneros.

El encuentro comienza a las 10 am y acompañados nosotros de los directores de desarrollo estudiantil logramos establecer como primer punto de agenda el aumento de la Beca. Le informamos a la comunidad universitaria del país que los estudiantes agentes del gobierno al ser consultados si querían un aumento de beca o si estaban de acuerdo con la de Bs 600 gritaron a viva voz que estaban de acuerdo con la actual, y el vice ministro en un acto de chantaje absoluto nos decía que mientras no se levantara el paro profesoral el no aumentaba la beca, fue este mismo vice ministro el que aceptó la votación ridícula sobre el aumento o no de la beca, fue este mismo burócrata el que comparó el paro profesoral con el de PDVSA fue este mismo demagogo quien quería evitar asumir su responsabilidad hablando de corrupción en las universidades pero que el exigirle nosotros que investigara y que con pruebas se tomaran las medidas pertinentes no tenía respuestas.

Luego de 4 horas sometió a votacion dejar la discusión de la beca para otro día ya que había que discutir las propuestas, cosa irresponsable ya que el tiene nuestra propuesta desde el primer encuentro y los estudiantes gobierneros insistían en que dejara las Becas estudiantiles en Bs 600, nosotros decidimos retirarnos porque ademas insistían en insultos e imponer una agenda que violentaba el derecho al estudiante de unas condiciones de vida dignas.

Le queremos ratificar al país nuestro compromiso con el diálogo pero le decimos responsablemente a Nicolas Maduro y a Pedro Calzadilla que si quieren avanzar en la solución del conflicto no vuelvan a mandar a este demagogo que tienen por Viceministro de Políticas Estudiantiles que no asume sus responsabilidades y que debería renunciar o ser destituido de su cargo por incompetente.

La solución del conflicto está en sus manos pero si insisten en no cumplir nuestras exigencias que conocen pues seguiremos en la calle.

Hoy Vier. 12 a las 10 am le hablaremos al país y a las 11 nos concentraremos en la Plaza Brion de Chacaito para una nueva movilizacion."

Juan Requesens
Presidente FCU UCV