Espacio que busca orientar las luchas que se dan en Venezuela a favor de una verdadera transformacion
jueves, 29 de mayo de 2014
@SairamRivas, Trofeo de la Dictadura (cuarta parte), por @Jesus_Hermoso
@SairamRivas, Trofeo de la Dictadura (Tercera parte), por @Jesus_Hermoso
Intercambio epistolar entre @SairmRivas, Presidenta del Centro de Estudiantes de la UCV y @GarciaArochaC, Rectora de la UCV
domingo, 25 de mayo de 2014
@SairamRivas: Trofeo de la Dictadura, segunda parte, por @Jesus_Hermoso
Mi hijo de 5 años sufre de epistemofilia como todos los chamos, pero tengo la esperanza de que cesen sus porqués entre los 8 y 10 años, como es habitual. Sairam Rivas, a sus 20, mantiene intacto ese “padecimiento” y el porqué de las cosas se le antoja infinito. Su mamá, Sandis Moreno, siempre se preocupa por verle hasta las 2 de la mañana leyendo para levantarse a las 4, arreglarse y subir a Caracas para clases. “Esa muchacha no duerme, Jesús”, me dice eventualmente. Vivir en Guatire tiene sus desventajas.
Ese deseo incontenible de Sai por saber, coincidió con una iniciativa que mi compañera Angeyeimar se había propuesto realizar para la formación de un grupo de jóvenes en la Universidad Central de Venezuela. Un circulo de estudio de filosofía y marxismo en el que Sai inmediatamente se incorporó y terminó por ser la más aplicada. Profesores de la talla de José Rafael Herrera, exdirector de la Escuela de Filosofía de la UCV, participaron con mucho entusiasmo en la actividad, que se extendió durante más de 3 meses por sábados y domingos.
Entre tanto, Sai continuaba su lucha por rescatar el Centro de Estudiantes de Trabajo Social y comenzaba a recuperar la pequeña oficina estudiantil. Esta iniciativa costó nuevas amenazas, golpes y terror desatado por el oficialismo, que terminó con el desalojo violento y por la fuerza que el grupo de malandros del gobierno ejecutó en el propio Centro de Estudiantes contra Sai y sus compañeros. Actualmente esas oficinas, dos años más tarde, siguen secuestradas por ese grupo violento sin que ninguna autoridad haya podido rescatar el espacio. Sai ha hecho su gestión desde pasillos y salones. Nada la ha detenido.
En medio de esta vorágine violenta, descubrió teoría política, historia de la filosofía, marxismo, y descubrió lo alejado que está el oficialismo de los planteamientos del Manifiesto Comunista, y lo alejado también que está el marxismo de la campaña anticomunista desatada en Venezuela. Pero no todo era estudio y formación política para Sai.
En ese año primero de gestión estudiantil se estaba preparando para representar a Venezuela en República Dominicana en un concurso de belleza internacional. Soñaba con ganarlo y poder luego entrar en el Miss Venezuela. Soñaba despierta con sus amigos y decía que cuando tocara el ciclo de preguntas en vivo, irrumpiría con un discurso que provocaría un despertar masivo de conciencia en Venezuela. Ayer, antes de escribir esto, supe que actualmente hace este juego de representación con sus compañeras de celda, y ríen en medio del encierro.
Una tarde la invitamos a tomar un café para proponerle que se incorporara a Bandera Roja. Se quedó callada unos segundos hasta que levantó la mirada hacia su amiga Génesis, quien también nos acompañaba: “¿Y tú ya estás militando?”, le increpó. Ante el silencio cómplice de su amiga, lanzó una carcajada y dijo: “Ustedes sí son bravos. No me habían dicho nada”. Modelo, estudiante, dirigente y militante, comenzaba una nueva etapa en su vida, y ya las paredes de su escuela se ensanchaban de sueños más complejos y transcendentes…
Jesús Noél Hermoso Fernández
@Jesus_Hermoso
@SairamRivas: Trofeo de la dictadura, de @Jesus_Hermoso
Hace cuatro años en 2010 nos tocó conocer a una muchachita de apenas 17 años, alumna de mi padre, Carlos Hermoso. Una flaquita morena y hermosísimamente alta y desgarbada, de esas que son Venezuela en una mujer. Vino hacia mí caminando con varios bolsos; uno inmenso con un balón de Voleibol, otro con ropa y libros y otro con su comida. Su activismo juvenil lo llevaba a cuestas. Se acercó y me increpó con timidez: ¿Tú eres el hijo del profesor Hermoso?
Aquella tarde, en el cafetín de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, conocí a Sairam Rivas, quien me dijo: ¿Tú nos vas a ayudar a construir un movimiento estudiantil para rescatar la escuela? Eso me dijo Carlos.
Sai (como la llamamos muchos) era en ese momento parte del equipo de Voleibol de Trabajo Social, excelente estudiante y miembro en una escuela de modelaje juvenil con aspiraciones profesionales. “De Guatire para el mundo”, dice eventualmente. Quería formar un movimiento estudiantil deportivo, cultural y de rescate de su escuela, pero no sabía qué cosa era un Centro de Estudiantes. Así, luego de varios encuentros en los que tuvo muchas ideas e iniciativas propias que destacaban por encima de su atención a recomendaciones, ella misma fue dándole forma a Identidad Universitaria, plancha estudiantil con la que se lanzó a la conquista del Centro de Estudiantes más violento y temido de la UCV, dominado durante 7 años consecutivos por colectivos violentos del oficialismo que se encargaban de amedrentar, reprimir y aterrorizar a estudiantes que tuviesen la osadía de manifestar contra “la revolución”.
Llena de miedo por tantas amenazas, la fuerza con la que enfrentó durante toda la campaña ese mismo miedo, fue épica. Agresiones, empujones, golpes a los muchachos que la acompañaran, encuentros clandestinos con algunos de quienes la ayudábamos, con profesores de su escuela que la respaldaron en ese titánico proyecto, fue lo cotidiano durante más de 6 meses. Basta imaginar la experiencia en un barrio caraqueño en el que la banda de malandros que domina la “plaza” te la tiene “jurada”. Esa fue la cotidianidad de Sai durante toda la campaña. Pero esa templanza increíble en una muchachita que apenas cumplía para aquel entonces sus 18 años, derivó en la constitución de un movimiento, de mujeres principalmente, bajo el imperio de la frase que más repitió durante el proceso electoral: “Así nos maten, vamos a rescatar nuestra escuela y después a la Universidad”.
Sai ganó por primera vez las elecciones de Trabajo Social en diciembre de 2011, pero el grupo oficialista de Kevin Ávila, para entonces en la presidencia del CEETS, tomó las urnas electorales y las quemó en el momento del conteo final, golpeó a varios estudiantes e indujo por la fuerza la suspensión del proceso electoral y su aplazamiento para enero de 2012, una fecha impredecible para la participación estudiantil en una comunidad amenazada y asediada. Sairam asumió aquel reto, y conquistó el doble de votos que Kevin Ávila un 18 de enero de 2012.
El día anterior, Sai increíblemente había tenido que participar en un certamen selectivo de modelaje. Había triunfado también quedando seleccionada como representante de Venezuela ante una selección de modelos juveniles latinoamericanas. En medio de esto, todos los estudiantes de su equipo recibieron amenazas, algunas de muerte y con armas, golpes, empujones, y los propios estudiantes durante la elección fueron sometidos a terror permanente. Sai pidió que algunos ayudáramos aquella noche a sacar a los varones de la Escuela para evitar heridos, pero todos decidieron acompañarla hasta el final. Ya el triunfo se había concretado y Sai comenzaba el rescate incuestionable de la Escuela de Trabajo Social. Pero ya, para entonces, tenía una meta mayor que surgió espontáneamente de esa amarga y dura experiencia…
Jesús Noél Hermoso Fernández
@Jesus_Hermoso