jueves, 29 de mayo de 2014

@SairamRivas, Trofeo de la Dictadura (cuarta parte), por @Jesus_Hermoso

Mayo. Mes de flores y de la clase obrera, de la brisa y los papagayos, extremo norte de la temporada de sequía, frontera sur, sedienta, de la temporada de lluvia en Venezuela. Fue ese mes en el que Sairam Rivas conquistó un nuevo triunfo en el certamen de belleza en República Dominicana. "No lo gané pero quedé como primera finalista, y yo creo que fue porque me extendí mucho en la parte de las preguntas", me dijo por teléfono. Acababa de llegar de su concurso y ya desesperaba por reunirse. "Hay mucho por hacer en la universidad", dijo.

Una beca de inmerecidos 400 bolívares era la asignación que los estudiantes, saliendo bien en sus estudios, podían llegar a percibir en la Universidad Central de Venezuela si lograban ser beneficiados entre los miles de solicitantes. Sai asumió la idea de proponer un proyecto de Ley de Protección y Bienestar Estudiantil ante la Asamblea Nacional que finalmente redactó junto con Daniel Enríquez, dirigente de la ULA y otros compañeros. Tenía como tarea convencer al movimiento estudiantil y a los dirigentes de las FCU sobre la necesidad de luchar por una atención integral y decente para los universitarios, pero algunos la desestimaron. Les propuso una lucha y les sugirió una consigna surgida de la UJR: "Una beca igual a un salario", que otros dirigentes (algunos tímidamente) asumieron.

Ahí comenzó una nueva batalla. En ese mismo mayo en el que los trabajadores veían pasar el cadáver de su salario en un diminuto aumento, Sai había entusiasmado a varios dirigentes en esa idea y daba inicio a un conflicto universitario en el que, y pese a su desacuerdo con la negociación alcanzada finalmente, se conquistó luego de duras jornadas una nueva beca de apenas 1200 bolívares para los estudiantes.

Durante toda esa refriega Sai vio por primera vez la cara de la violencia sobre su propio cuerpo. Los habituales malandros del gobierno inscritos en la UCV para sembrar terror, se valieron de otras mujeres prevalidas de artes marciales para atacarla a puñetazos. Fue duramente golpeada en su propia escuela y amenazada de muerte si regresaba a las aulas de clase. Sai regresó a su salón al día siguiente, caminando con cabeza erguida, como enseña bien el modelaje y también la ética de una verdadera revolucionaria. Tuvo miedo, pero se sobrepuso.

"No podemos avanzar en la conquista de los derechos de los estudiantes con esta dirigencia gremial. Tenemos que cambiarla", dijo Sai en una reunión juvenil de su partido. Veía con preocupación un liderazgo radicalmente distinto al que conquistó las providencias estudiantiles, los autobuses, Fames; al que conquistó el pasaje estudiantil, a esa dirigencia que otrora dio su vida y sangre por la libertad y la democracia; los veía distintos a Belinda Álvarez, presidente asesinada del Centro de Estudiantes de su escuela y cuyo nombre está inscrito en Trabajo Social. Sai veía un liderazgo distinto al que ella soñaba representar. Esa preocupación marcaba el rumbo de un nuevo reto: construir un movimiento estudiantil genuinamente universitario, autónomo, auténtico, cuyos motivos y valores se inflamaran de justicia y no de moneda corriente. Una muchachita de estética impecable y nariz naturalmente respingada, se propuso como meta el interés colectivo por sobre la vanidad juvenil. No se podía menos que estar orgulloso de permanecer en su entorno (ya no tan cercano); como cuando se ve a un hijo comenzar a caminar, y alejarse cada vez más hacia el mundo.

Para octubre del año pasado (2013) hubo un encuentro muy importante para Sai. Fue invitada a una reunión de análisis del Comité Político Nacional de Bandera Roja. Estaba tan entusiasmada que estudió varios materiales "para ir preparada". Ahí se bosquejó en el debate la tendencia hacia una rebelión democrática y popular frente a la miseria y el engaño al que había sido sometida Venezuela durante más de 15 años. Sai se preocupó mucho por hablar, por exponer sus puntos de vista, con la autoridad de una dirigente, con la dedicación de una intelectual. Sai dijo que era el momento de la juventud, que era el momento de darlo todo por Venezuela, que lo que venía ella lo presentía fuerte, y que para ello se necesitaba firmeza y coherencia en la ruta, en la dirección y en la unidad de todos. Se convenció finalmente en el debate sobre la necesidad de un programa de reconstrucción para Venezuela. Se encontraba asumiendo una responsabilidad que uno jamás espera descanse en un joven, pero que inexorablemente la historia se empeña en imponernos como norma: ser el futuro del país y tener que conquistarlo por sí mismo. Tenía un nuevo proyecto de vida: Venezuela...

@SairamRivas, Trofeo de la Dictadura (Tercera parte), por @Jesus_Hermoso

Mayo. Mes de flores y de la clase obrera, de la brisa y los papagayos, extremo norte de la temporada de sequía, frontera sur, sedienta, de la temporada de lluvia en Venezuela. Fue ese mes en el que Sairam Rivas conquistó un nuevo triunfo en el certamen de belleza en República Dominicana. "No lo gané pero quedé como primera finalista, y yo creo que fue porque me extendí mucho en la parte de las preguntas", me dijo por teléfono. Acababa de llegar de su concurso y ya desesperaba por reunirse. "Hay mucho por hacer en la universidad", dijo. 

Una beca de inmerecidos 400 bolívares era la asignación que los estudiantes, saliendo bien en sus estudios, podían llegar a percibir en la Universidad Central de Venezuela si lograban ser beneficiados entre los miles de solicitantes. Sai asumió la idea de proponer un proyecto de Ley de Protección y Bienestar Estudiantil ante la Asamblea Nacional que finalmente redactó junto con Daniel Enríquez, dirigente de la ULA y otros compañeros. Tenía como tarea convencer al movimiento estudiantil y a los dirigentes de las FCU sobre la necesidad de luchar por una atención integral y decente para los universitarios, pero algunos la desestimaron. Les propuso una lucha y les sugirió una consigna surgida de la UJR: "Una beca igual a un salario", que otros dirigentes (algunos tímidamente) asumieron. 

Ahí comenzó una nueva batalla. En ese mismo mayo en el que los trabajadores veían pasar el cadáver de su salario en un diminuto aumento, Sai había entusiasmado a varios dirigentes en esa idea y daba inicio a un conflicto universitario en el que, y pese a su desacuerdo con la negociación alcanzada finalmente, se conquistó luego de duras jornadas una nueva beca de apenas 1200 bolívares para los estudiantes. 

Durante toda esa refriega Sai vio por primera vez la cara de la violencia sobre su propio cuerpo. Los habituales malandros del gobierno inscritos en la UCV para sembrar terror, se valieron de otras mujeres prevalidas de artes marciales para atacarla a puñetazos. Fue duramente golpeada en su propia escuela y amenazada de muerte si regresaba a las aulas de clase. Sai regresó a su salón al día siguiente, caminando con cabeza erguida, como enseña bien el modelaje y también la ética de una verdadera revolucionaria. Tuvo miedo, pero se sobrepuso. 

"No podemos avanzar en la conquista de los derechos de los estudiantes con esta dirigencia gremial. Tenemos que cambiarla", dijo Sai en una reunión juvenil de su partido. Veía con preocupación un liderazgo radicalmente distinto al que conquistó las providencias estudiantiles, los autobuses, Fames; al que conquistó el pasaje estudiantil, a esa dirigencia que otrora dio su vida y sangre por la libertad y la democracia; los veía distintos a Belinda Álvarez, presidente asesinada del Centro de Estudiantes de su escuela y cuyo nombre está inscrito en Trabajo Social. Sai veía un liderazgo distinto al que ella soñaba representar. Esa preocupación marcaba el rumbo de un nuevo reto: construir un movimiento estudiantil genuinamente universitario, autónomo, auténtico, cuyos motivos y valores se inflamaran de justicia y no de moneda corriente. Una muchachita de estética impecable y nariz naturalmente respingada, se propuso como meta el interés colectivo por sobre la vanidad juvenil. No se podía menos que estar orgulloso de permanecer en su entorno (ya no tan cercano); como cuando se ve a un hijo comenzar a caminar, y alejarse cada vez más hacia el mundo. 

Para octubre del año pasado (2013) hubo un encuentro muy importante para Sai. Fue invitada a una reunión de análisis del Comité Político Nacional de Bandera Roja. Estaba tan entusiasmada que estudió varios materiales "para ir preparada". Ahí se bosquejó en el debate la tendencia hacia una rebelión democrática y popular frente a la miseria y el engaño al que había sido sometida Venezuela durante más de 15 años. Sai se preocupó mucho por hablar, por exponer sus puntos de vista, con la autoridad de una dirigente, con la dedicación de una intelectual. Sai dijo que era el momento de la juventud, que era el momento de darlo todo por Venezuela, que lo que venía ella lo presentía fuerte, y que para ello se necesitaba firmeza y coherencia en la ruta, en la dirección y en la unidad de todos. Se convenció finalmente en el debate sobre la necesidad de un programa de reconstrucción para Venezuela. Se encontraba asumiendo una responsabilidad que uno jamás espera descanse en un joven, pero que inexorablemente la historia se empeña en imponernos como norma: ser el futuro del país y tener que conquistarlo por sí mismo. Tenía un nuevo proyecto de vida: Venezuela...

Intercambio epistolar entre @SairmRivas, Presidenta del Centro de Estudiantes de la UCV y @GarciaArochaC, Rectora de la UCV

Para la Rectora Cecilia García Arocha

Hola profesora. Primero, gracias por hablar con mi familia y darle algo de tranquilidad. No es fácil para ellos, ni para la cantidad de padres que se encuentran en esta situación, ver a sus hijos detenidos injustamente.

Es importante que se entienda el momento histórico que estamos viviendo y que usted se ponga al frente del conflicto por el que estamos pasando en Venezuela. Ahora más que nunca se debe poner en alto el nombre de nuestra universidad, hacer valer el verdadero sentido de la autonomía universitaria. Debemos demostrarle al país qué significa la Universidad Central de Venezuela y la importancia que ha tenido en el avance de la historia cada promoción de graduados, cada marcha, cada estudiante fallecido por defender sus ideales y cada uno de los liderazgos que han salido de esta casa de estudios.

Ciertamente, antes de que injustamente nos quitaran la libertad, habían muchos comentarios por la falta de movilización de la cual era parte nuestra universidad. Yo sé que no era así del todo, porque veía gran cantidad de estudiantes de la UCV dándolo todo en las calles. Solo creo que ha faltado un poco más de organización. Ha faltado poner más los intereses colectivos por encima de los intereses individuales.

Ahora bien, hoy hay muchos estudiantes presos. Algunos como mi caso en el Sebin y otros en las cárceles comunes, que es peor. Quizás, en lo más básico, pareciera que la autonomía universitaria se redujo a que los policías no pasen a la universidad, o que tengamos la posibilidad de elegir a nuestras autoridades y tener una administración autónoma. Sin embargo, le pido que no deje de un lado lo más importante, fundamental y lo más sublime para la humanidad que en el fondo expresa la palabra autonomía, y que es, a través de la búsqueda del conocimiento y la verdad, pensemos y luchemos un mundo mejor, que en estas circunstancias se reduce a la posibilidad de tener un país industrializado que demande profesionales altamente calificados; de luchar por un país desarrollado e independiente.

Profesora, en sus manos tiene la tarea de dejar una huella en la historia que signifique un avance para la humanidad y que, así nosotros no lo veamos ahorita, ese avance signifique mejores condiciones de vida para los que vienen después de nosotros.

Como persona que preside Averu haga todo lo que esté en sus manos para que se pronuncie y tome medidas en cuanto al conflicto actual. Garantice la unidad intergremial dentro de la UCV y sea propulsora de que suceda también en otras universidades.

Debe darle todo el apoyo al movimiento estudiantil en el afianzamiento de un movimiento asambleístico que ponga a la universidad a debatir un proyecto de país y de reconstrucción nacional. Demostremos un nivel de consciencia sobre el momento histórico que vivimos. Como universitarios tenemos la posibilidad de crear un crítico; podemos alzar la voz contra el crimen que le hacen a nuestro país al regalar todas sus riquezas.

Si que me hayan quitado la libertad será garantía de la lucha de la universidad, no me arrepiento y estoy segura de que Dioris y Abril, estudiantes de la UCV que comparten una celda conmigo, están seguras de ello y nos identifica esa firme convicción.

No se puede pasar por alto la represión de la cual somos víctimas. No dejar avanzar ninguna de las manifestaciones pacíficas, sumado a la militarización que vive nuestro país, no se puede tolerar.

Es importante que nos avoquemos a lo principal. Recordemos que venimos de un conflicto universitario en el cual nos dieron una serie de reivindicaciones que en este momento ya no sirven para nada.

Lo principal debe ser el país. Seguir alzando las banderas desde las más mínimas libertades democráticas, así como alzar nuestra voz firme y crítica para caracterizar este régimen y, por supuesto, la libertad para quienes injustamente estamos detenidos y que nos secuestran la posibilidad de luchar por un futuro mejor junto a ustedes.

Demostremos que tenemos una gran consciencia y que podemos convertir nuestras ideas en fuerza que se traduzca en transformación, avance y desarrollo para la humanidad. Logremos una sociedad más humana.

Sairam Rivas.

14/5/2014




Universidad Central de Venezuela #UCV, 21 de mayo de 2014

Querida Sairam:

Recién recibí tu carta, la cual he leído con el mayor interés y preocupación. Permíteme decirte, que como Rectora de tu UCV, como venezolana y como mujer, deploro en lo más profundo de mi alma la situación por la que están pasando tú y tus compañeras Dioris y Abril, con quienes, absurdamente, compartes una celda; así como el sufrimiento de tus familiares, a quienes les expreso, desde ya, mi palabra de apoyo, aliento y esperanza.
No pienses, ni por un instante, que no estamos pendientes de tu caso. En estos momentos –precisamente-- me encuentro en la ciudad de Barquisimeto, presidiendo una reunión de AVERU, en la que los temas principales que estamos tratando los Rectores de las Universidades aquí presentes son la represión reinante en Venezuela, el maltrato a que están siendo sometidos nuestros jóvenes, el uso de la tortura física y psicológica como medio de intimidación y la violación descarada de los Derechos Humanos que este gobierno autoritario está llevando a cabo.
No creas que te hemos olvidado. No solo yo, como Rectora, está luchando por tu libertad y por la de los demás detenidos de manera injusta. Nuestros profesores, nuestros estudiantes, la Asociación de Profesores de la UCV, la FAPUV, nuestra Federación de Centros, todos estamos librando una batalla que estoy segura que más temprano que tarde logrará sus objetivos, cuales son tu liberación, la de tus compañeras y la de todos aquellos jóvenes que han sido encarcelados por el solo hecho de defender, como tu misma lo mencionas, nuestra libertad y por estar procurando la búsqueda de una nación mejor y de un futuro promisor para todos los venezolanos.
Mañana jueves, como debes suponer, se realizará un Paro Nacional de Universidades convocado por FAPUV, que involucra una serie de actividades gremiales con el único propósito de protestar y exigir al gobierno tu libertad y la de todos los detenidos. Esa es una de las tantas gestiones y estrategias que vamos a realizar en pro de lograr nuestras metas.
Tal como lo mencionas y me lo pides en tu carta, estoy y he estado siempre al frente de este conflicto; y te repito, no cesaré en mi empeño de lograr tu libertad y la de todos nuestros jóvenes. Te puedo asegurar que la Universidad Central de Venezuela sí está movilizándose y se está organizando; tanto sus autoridades, estudiantes y sus profesores están pendientes de este grave problema y ten la certeza de que de la reunión de AVERU y de la del Consejo Universitario de hoy miércoles surgirán proposiciones y acciones que ayudarán a tomar las decisiones que nos permitirán continuar en la lucha por tu pronta libertad y por la del resto de nuestros jóvenes.
Estoy al tanto, como tú lo dices, de que hay muchos estudiantes presos en el SEBIN y en cárceles comunes; y eso lo condenamos con toda nuestra fuerza y emoción. Nos duele saberlo y no creas que no sufrimos como venezolanos y como universitarios esa vejación a que los tienen sometidos.
Todo lo que me pides en tu misiva, Sairam, lo estoy haciendo. Estoy presidiendo múltiples reuniones y te garantizo, de que no solo seguiré defendiendo la autonomía de nuestra Universidad Central de Venezuela, tu Universidad, sino –tal y como me lo solicitas-- llevaré a cabo todo lo que esté a mi alcance para mantener la unidad ínter gremial dentro de la UCV y en todas aquellas Universidades que aman la libertad, la democracia y la pluralidad de ideas y pensamientos, los mismos objetivos por los que tu has luchado. De eso no te puede quedar ninguna duda.
Esa lucha que estoy emprendiendo involucra, como tu me lo pides, un apoyo irrestricto a nuestro movimiento estudiantil. Siempre lo ha tenido de mi parte, del resto de las autoridades y del personal docente y seguirá siendo así. Para nosotros, la batalla no es solo la liberación de los detenidos; también estamos con ustedes en la lucha por los mismos ideales y les acompañaremos para conquistar, conjuntamente, esas bellas intenciones.
Tomo textualmente tus significativas palabras, en las que mencionas que “lo principal debe ser el país. Seguir alzando las banderas desde las más mínimas libertades democráticas, así como alzar nuestra voz firme y crítica”. En esas hermosas frases resumes tu verdadero ser y tu amor por la vida, por luchar por un futuro mejor y por tu Venezuela.
A esas palabras y a ese sentir, me uno a ti y a tus compañeros detenidos; y te reitero que estaré al lado de todos ustedes, luchando hasta conseguir tu liberación, la de tus compañeros, y mucho más aún, la libertad de Venezuela.
Sin que nunca olvides mi presencia y la de la UCV a tu lado y al de todos tus compañeros, te reitero, Sairam, que tengas fe, valor y esperanza. Lograremos nuestros objetivos. Te lo aseguro.

Cecilia García Arocha Márquez
Rectora UCV

domingo, 25 de mayo de 2014

@SairamRivas: Trofeo de la Dictadura, segunda parte, por @Jesus_Hermoso


Mi hijo de 5 años sufre de epistemofilia como todos los chamos, pero tengo la esperanza de que cesen sus porqués entre los 8 y 10 años, como es habitual. Sairam Rivas, a sus 20, mantiene intacto ese “padecimiento” y el porqué de las cosas se le antoja infinito. Su mamá, Sandis Moreno, siempre se preocupa por verle hasta las 2 de la mañana leyendo para levantarse a las 4, arreglarse y subir a Caracas para clases. “Esa muchacha no duerme, Jesús”, me dice eventualmente. Vivir en Guatire tiene sus desventajas.

Ese deseo incontenible de Sai por saber, coincidió con una iniciativa que mi compañera Angeyeimar se había propuesto realizar para la formación de un grupo de jóvenes en la Universidad Central de Venezuela. Un circulo de estudio de filosofía y marxismo en el que Sai inmediatamente se incorporó y terminó por ser la más aplicada. Profesores de la talla de José Rafael Herrera, exdirector de la Escuela de Filosofía de la UCV, participaron con mucho entusiasmo en la actividad, que se extendió durante más de 3 meses por sábados y domingos.

Entre tanto, Sai continuaba su lucha por rescatar el Centro de Estudiantes de Trabajo Social y comenzaba a recuperar la pequeña oficina estudiantil. Esta iniciativa costó nuevas amenazas, golpes y terror desatado por el oficialismo, que terminó con el desalojo violento y por la fuerza que el grupo de malandros del gobierno ejecutó en el propio Centro de Estudiantes contra Sai y sus compañeros. Actualmente esas oficinas, dos años más tarde, siguen secuestradas por ese grupo violento sin que ninguna autoridad haya podido rescatar el espacio. Sai ha hecho su gestión desde pasillos y salones. Nada la ha detenido.

En medio de esta vorágine violenta, descubrió teoría política, historia de la filosofía, marxismo, y descubrió lo alejado que está el oficialismo de los planteamientos del Manifiesto Comunista, y lo alejado también que está el marxismo de la campaña anticomunista desatada en Venezuela. Pero no todo era estudio y formación política para Sai.

En ese año primero de gestión estudiantil se estaba preparando para representar a Venezuela en República Dominicana en un concurso de belleza internacional. Soñaba con ganarlo y poder luego entrar en el Miss Venezuela. Soñaba despierta con sus amigos y decía que cuando tocara el ciclo de preguntas en vivo, irrumpiría con un discurso que provocaría un despertar masivo de conciencia en Venezuela. Ayer, antes de escribir esto, supe que actualmente hace este juego de representación con sus compañeras de celda, y ríen en medio del encierro.

Una tarde la invitamos a tomar un café para proponerle que se incorporara a Bandera Roja. Se quedó callada unos segundos hasta que levantó la mirada hacia su amiga Génesis, quien también nos acompañaba: “¿Y tú ya estás militando?”, le increpó. Ante el silencio cómplice de su amiga, lanzó una carcajada y dijo: “Ustedes sí son bravos. No me habían dicho nada”. Modelo, estudiante, dirigente y militante, comenzaba una nueva etapa en su vida, y ya las paredes de su escuela se ensanchaban de sueños más complejos y transcendentes…

Jesús Noél Hermoso Fernández 

@Jesus_Hermoso

@SairamRivas: Trofeo de la dictadura, de @Jesus_Hermoso



Hace cuatro años en 2010 nos tocó conocer a una muchachita de apenas 17 años, alumna de mi padre, Carlos Hermoso. Una flaquita morena y hermosísimamente alta y desgarbada, de esas que son Venezuela en una mujer. Vino hacia mí caminando con varios bolsos; uno inmenso con un balón de Voleibol, otro con ropa y libros y otro con su comida. Su activismo juvenil lo llevaba a cuestas. Se acercó y me increpó con timidez: ¿Tú eres el hijo del profesor Hermoso? 
Aquella tarde, en el cafetín de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela, conocí a Sairam Rivas, quien me dijo: ¿Tú nos vas a ayudar a construir un movimiento estudiantil para rescatar la escuela? Eso me dijo Carlos.

Sai (como la llamamos muchos) era en ese momento parte del equipo de Voleibol de Trabajo Social, excelente estudiante y miembro en una escuela de modelaje juvenil con aspiraciones profesionales. “De Guatire para el mundo”, dice eventualmente. Quería formar un movimiento estudiantil deportivo, cultural y de rescate de su escuela, pero no sabía qué cosa era un Centro de Estudiantes. Así, luego de varios encuentros en los que tuvo muchas ideas e iniciativas propias que destacaban por encima de su atención a recomendaciones, ella misma fue dándole forma a Identidad Universitaria, plancha estudiantil con la que se lanzó a la conquista del Centro de Estudiantes más violento y temido de la UCV, dominado durante 7 años consecutivos por colectivos violentos del oficialismo que se encargaban de amedrentar, reprimir y aterrorizar a estudiantes que tuviesen la osadía de manifestar contra “la revolución”.

Llena de miedo por tantas amenazas, la fuerza con la que enfrentó durante toda la campaña ese mismo miedo, fue épica. Agresiones, empujones, golpes a los muchachos que la acompañaran, encuentros clandestinos con algunos de quienes la ayudábamos, con profesores de su escuela que la respaldaron en ese titánico proyecto, fue lo cotidiano durante más de 6 meses. Basta imaginar la experiencia en un barrio caraqueño en el que la banda de malandros que domina la “plaza” te la tiene “jurada”. Esa fue la cotidianidad de Sai durante toda la campaña. Pero esa templanza increíble en una muchachita que apenas cumplía para aquel entonces sus 18 años, derivó en la constitución de un movimiento, de mujeres principalmente, bajo el imperio de la frase que más repitió durante el proceso electoral: “Así nos maten, vamos a rescatar nuestra escuela y después a la Universidad”.

Sai ganó por primera vez las elecciones de Trabajo Social en diciembre de 2011, pero el grupo oficialista de Kevin Ávila, para entonces en la presidencia del CEETS, tomó las urnas electorales y las quemó en el momento del conteo final, golpeó a varios estudiantes e indujo por la fuerza la suspensión del proceso electoral y su aplazamiento para enero de 2012, una fecha impredecible para la participación estudiantil en una comunidad amenazada y asediada. Sairam asumió aquel reto, y conquistó el doble de votos que Kevin Ávila un 18 de enero de 2012.

El día anterior, Sai increíblemente había tenido que participar en un certamen selectivo de modelaje. Había triunfado también quedando seleccionada como representante de Venezuela ante una selección de modelos juveniles latinoamericanas. En medio de esto, todos los estudiantes de su equipo recibieron amenazas, algunas de muerte y con armas, golpes, empujones, y los propios estudiantes durante la elección fueron sometidos a terror permanente. Sai pidió que algunos ayudáramos aquella noche a sacar a los varones de la Escuela para evitar heridos, pero todos decidieron acompañarla hasta el final. Ya el triunfo se había concretado y Sai comenzaba el rescate incuestionable de la Escuela de Trabajo Social. Pero ya, para entonces, tenía una meta mayor que surgió espontáneamente de esa amarga y dura experiencia…

Jesús Noél Hermoso Fernández 

@Jesus_Hermoso