jueves, 9 de diciembre de 2010

Opinion

Comparto con ustedes un excelente articulo del Dr. Jose Lorenzo Garay, médico e investigador de la UCLA y militante de Bandera Roja


Estudiantes Universitarios: Peones de un mismo Rey

Era Janus, aquel Dios de la mitología romana que presenta dos caras, a quien los ciudadanos de Roma confiaban cosas de gran importancia. Un sólo Dios con dos rostros. A menudo se menciona a Janus cuando un fenómeno presenta dos facetas: como Fisiólogo, recuerdo de inmediato las llamadas proteínas Janus-Quinasas, bautizadas así por poseer dos caras con la presencia en ellas de dos regiones funcionalmente similares.
Veo a nuestros jóvenes estudiantes hacer propaganda política: marchas, protestas…franelas blancas, rojas, amarillas o azules, defendiendo o atacando al Gobierno. Oigo consignas “Democráticas” y “Revolucionarias” sin entender bien qué es lo que dicen. Todos reconocen a un “Opresor”: los que defienden al Gobierno aluden a la “Oligarquía de siempre”. Los que lo atacan lo identifican como “Chavismo”… Ambos sectores políticos del mundo estudiantil, ven con claridad meridiana a un Opresor contra quien enfilan sus baterías, acompañando a políticos profesionales: algunos de ellos impresentables que, con lamentable frecuencia, recompensan de modo “concreto” esos apoyos, envileciendo a lo más frágiles moralmente, y encadenándolos, a la vista de la opinión pública, a sus rostros y actuaciones repugnantes.
Pero el caso es que todos creen defender a los “oprimidos”… En principio, creo en la buena fe de los muchachos al defender sus banderas, si bien, estadísticamente, no es una tontería pensar que exista, en ambos sectores, un porcentaje, aunque sea mínimo, animado más por el negocio que por excelsos objetivos superiores. Dos hechos me llaman la atención: uno, es la falta de cultura política que todos ellos padecen y que resulta imperdonable en el nivel universitario. Tratándose de jóvenes que en poco tiempo llevarán sobre sus hombros el peso del país, desde las diferentes posiciones en que se lleguen a encontrar mañana —y desde la que muchos deberán decidir con criterio Político—, son inexcusables sus carencias de formación e información. Lo otro, es la incapacidad para sostener el más leve de intercambio de opiniones alrededor de temas políticos de envergadura, o tan siquiera del quehacer diario de la propia Universidad.
Apenas unos pocos, los menos desprovistos, están en capacidad de sospechar que, como Janus, el Opresor es sólo UNO, con sus dos caras correspondientes: El Capital, que ahora se presenta con dos fisonomías; la clásica, cuyas facciones conocemos desde hace añales, y la otra, la cara Roja, maquillada con “Colorete”, y camuflada entre las banderas de la “Redención de los Pobres”. La falsificación de estas banderas impide el reconocimiento de la bufonada: la de la nueva burguesía, ávida de poder, que sin escrúpulos se autoproclama “Socialista”, aunque no pase de ser, donde lo pongan, el fenómeno revisionista más estrambótico de los tiempos contemporáneos. La nueva burguesía es ésta que vemos intentando desarmar, con su “rojo colorete”, a quienes desde hace mucho tiempo trabajan para organizar a la clase obrera y para instruirla “científicamente” sobre las luchas que debe dar y sobre la forma como ellas deben desarrollarse. Esa cara Roja acicalada artificialmente, intenta montar un circo Social destruyendo la producción nacional y convirtiendo en ”Lumpen” (Sub Proletariado) a la Clase Obrera más o menos organizada: el sector que sí representa un peligro para que se perpetúe la explotación por parte de la burguesía “disfrazada de rojo”.
El Opresor es uno solamente. Ahora con un rostro “extra” —adicional al repugnante y viejo ya conocido— que, hábilmente (como buen revisionista), viene desmontando una situación con características similares a la de una coyuntura Pre Revolucionaria, cuyo potencial representaba una genuina amenaza para El Capital. Desbaratar los movimientos obreros y populares —los auténticos y conscientes— para ganarlos como “empleados” burocratizados y permitir la continuación de la explotación, no es tarea fácil para la nueva cara de Janus. Sin embargo, han avanzado en su objetivo: es obvio que hemos dado un retroceso incalculable en el desarrollo de la nación y que nuestros jóvenes, poco dotados teóricamente en ambos lados, creen defender dos visiones de país. Creen jugar en bandos que se adversan históricamente. Creen defender a “Oprimidos”.
La verdad sea dicha, todos ellos contribuyen al deterioro de la nación, a través del sostén moral que le dispensan a las facciones políticas que “pelean por ver quién gana más dinero”. Las dos caras de Janus.
Son Peones de un mismo Rey…
José Lorenzo Garay
@BenitoSpinoza

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