jueves, 15 de diciembre de 2011

Carta a un chavista de la UCV


Chamo, Chama, Ucevistas de todos los tiempos. ¿Hasta cuando?. ¿Hasta cuando vas a seguir alcahueteando la violencia de tus supuestos compañeros? ¿Fuego a la UCV?. ¿Fuego? ¿De verdad quieres que se vaya todo a la mierda? ¿Tu crees que de esa ceniza va a salir que cosa? ¿Diamantes? ¿Corazones buenos e incorruptos?.

Todos somos corresponsables de cómo está el país, pero hoy escribo para ti. Que esto es una guerra, es la razón última que dan los que justifican que la violencia sea una vaina normal. Que se puede insultar, y después escupir, y después caer a cachetadas, y después un botellazo, y después se les da un tiro.

¿Hasta cuando?

Yo entiendo tu postura chavista. De pana que sí la entiendo. Siempre sale algún pajuo a llamarme protochavista cuando explico esto, pero es igual.

Uno es de izquierda. Es decir, uno cree que el mundo cabemos todos. Uno ha sufrido, quizás en carne propia, quizás visto de cerca, como la gente pela bolas, mal. Como la gente es discriminada. Como no queda ninguna opción sino nadar en la miseria. Uno se harta frente a la complicidad o crimen directo de ricos y poderosos.

Hasta ahí estamos.

Luego viene al que llamas comandante, y tu crees que esta es tu única oportunidad, como si fueras caballo viejo. Que el socialismo práctico que puedes tener es este, que hay que apoyarlo y mejorarlo.

Ok. Te creo.

Pero tu sabes bien los niveles de corrupción y de ineficiencia que hay. Tu sabes y conoces de cerca a gente que pelaba bolas, y ahora acumula propiedades, o disfrutan de beneficios groseros. Tu sabes que si baja el petróleo, nos vamos todos a la mierda, porque al final aquí cada vez hay menos comida, y los trabajos que hay son todos pa agarrá lo que caiga. Un negocito, una vaina. En esos andan todos.

Eso sólo es suficiente para el desencanto, pero entiendo que alguno siga ahí. Tan sólo porque las palabras son bonitas, y el comandante es tremendo candidato, de esos que hacen llorar con los sueños que pone por delante. Ojo que dije candidato, pero no presidente. El país se le cae a pedazos. A putos pedazos. Lo de la electricidad y las fallas del Metro son el mejor ejemplo. No me jodas, esa vaina funcionaba.

Pero bueno, supongamos que resistes ahí. Ya no se si por comodidad, o porque queda feo cambiar de opinión, con los amigos rojitos, y en el ambiente en que te mueves.

Llegamos al día de hoy.

¿Vista las fotos de los alrededores del Aula Magna quemándose? ¿No te da dolor en el alma? Si no te indignas y te dueles profundamente, pues mosca, porque el alma se puede perder. Eso sí, pelo a pelo, sin que uno se de cuenta. Uno se despierta, y es un absoluto hijo de puta que es capaz de tolerar la violencia contra sus compatriotas, por razones de fuerza mayor. Mírate en los espejos: Rusia, Corea del Norte, la misma China. !Cuba, Cuba!. ¿Es realmente necesario vivir así de cagao si a uno le da por decirle cuatro vainas al gobierno?.

Tiene que llegar un momento en que digas: hasta aquí.

Tiene que ser posible que le pongas un parao a tus correligionarios, y que les digas que no puede ser.

Esta no es la primera vez que hay bombas lacrimógenas en la UCV. En la Escuela de Trabajo Social es pan nuestro de cada día. Ahí todos se conocen, y saben quienes son. Se sabe quienes generan violencia interna en la UCV. Que no es la misma violencia que ocurre al hacer una manifestación, y que lleguen los pacos, y los manifestantes no se quieran ir, y se arme la comemierda.

Tirar una lacrimógena en un edificio de estudiantes es de una cobardía vergonzosa.

Ponle un parao serio a tus locos. Desautorizalos. Pero que se escuche. No quiero que me mandes un mail ni que lo aceptes en privado. Se hombrecito o mujercita y di claramente lo que piensas, para variar. Porque yo se que bastantes vainas te has tragado.

Te digo más. Esto se puede poner aún más feo fácilmente. Porque esto viene así. Todo ese peo que si la muerte, que si la puta rodilla en tierra, que venceremos, humillaremos, fritaremos, aplastaremos, etc. Toda esa vaina se paga. Toda esa vaina sale y explota en la cara.

Te están quemando la casa. Ese lugar donde podías discutir hasta que las tripas se te pusieran verdes de bilis, pero sin que nadie te impidiera decir lo que pensabas.

Las universidades podrán ser lo que sean, pero en ellas cada quien piensa lo que quiere. O eran, porque ahora, en algunos lugares, la gente se medio caga. Porque si se forma el peo, van a venir los otro con sus bombas, y la otra vez casi me asfixié, y mejor no voy a votar.

Compañero. Compañera. Los llamo así porque si alguna cosa tengo claro es que yo soy universitario, y que la UCV y los ucevistas son mis hermanos. Son mis compañeros de camino, que en algún momento vivieron conmigo que el estudio y el conocimiento sirven para mucho.

Compañero. Compañera. No se pierda en los bosques. Sólo le pido un acto de valentía contra sus intereses inmediatos, contra la puta solidaridad automática.

Deles un parao.

Anonimo....

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