miércoles, 10 de diciembre de 2014

De la catástrofe a la prosperidad, propuesta de los trabajadores venezolanos


De la catástrofe hacia la prosperidad
Frente a la crisis, los trabajadores proponemos
una revolución industrial por el trabajo productivo

La Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), alarmada por la difícil circunstancia que vive nuestro país, se dirige a los trabajadores venezolanos, a sus organizaciones sindicales y gremiales, a los ciudadanos y sus diversas organizaciones sociales, a las universidades y las academias, a los demócratas y patriotas sin discriminación del bando político que apoyen, a las organizaciones partidistas de distinta índole, para presentarles nuestra visión de la actual situación y hacer una propuesta programática y de lucha que sometemos a la consideración de los venezolanos amantes de la democracia y la libertad.
Con este aporte deseamos contribuir con el debate que se libra en todos los rincones de Venezuela por hallar una salida constitucional, pacífica y democrática a la crisis actual.

INTRODUCCIÓN
Venezuela se encuentra en una encrucijada histórica: continuar por el camino del desastre o cambiar las cosas en beneficio del país y de los trabajadores. Los cambios en el rumbo económico y social introducidos en las últimas décadas —y arreciados en los últimos 15 años— nos han conducido al deterioro creciente de las condiciones de vida y de trabajo, y han destruido buena parte de las capacidades productivas propias, convirtiendo a nuestro país en un importador neto de la gran mayoría de bienes de consumo para suplir las necesidades de nuestra población y de medios de producción que requerimos para la menguada industria nativa.
Nuestra economía vive la más profunda y generalizada crisis de los últimos cien años. Pese a que en la última década el Fisco ha contado con extraordinarios ingresos por los altos precios del petróleo y exacciones tributarias, tanto la producción industrial y manufacturera como la producción agrícola han caído abruptamente. En este largo período, en vez de sustituir el producto importado, la producción nacional feneció ante la enorme cantidad y diversidad de importaciones.
Venezuela parece marchar inexorablemente hacia una gran catástrofe. La caída en el precio del crudo anuncia un derrumbe de los ingresos nacionales. El precio del barril de nuestro petróleo se acerca a 60 dólares, lo que hará que el presupuesto para 2015 ni por asomo sea equilibrado, siendo el déficit para 2014 superior a 20% del producto interno bruto —esto es, alrededor de 40 mil millones de dólares, toda vez que el PIB nominal ronda los 400 mil millones de dólares—, y para 2015 se calcula que será aún superior a este porcentaje y monto. La inflación cerrará este año en más de 70%, colocándose por encima de 100% la de muchos productos de primera necesidad —como legumbres y hortalizas, papa, cebolla, zanahoria, tomate, entre otros—. En el próximo ejercicio fiscal el impacto inflacionario superará con creces 100%. La inflación viene convirtiendo el salario de los trabajadores en polvo, lo que impide cubrir los gastos más elementales de la familia, sobre todo de alimentación. Si sumamos esta tendencia alcista a la caída del producto interno —que puede promediar 5% para 2015—, vemos cómo se afianza una economía donde se une la inflación con la recesión, esto es, una economía que padece de estanflación. Con todo y los ajustes salariales del gobierno, aumentos del salario mínimo mediante, la caída del salario real de los trabajadores es superior a 40% en 2014, tomando en cuenta que buena parte del ingreso es destinado al consumo de alimentos y bebidas.
El déficit fiscal —lo que es lo mismo, el desequilibrio entre los ingresos y los gastos del sector público— en 2015 estará muy por encima del mostrado este año y en medio de una recesión, esto es, una caída del PIB por la política económica del Ejecutivo. Ello llevará indefectiblemente al gobierno a emitir papel moneda sin respaldo, de donde provendrá el mayor aumento de la inflación. Esta circunstancia —al ser atendida con políticas como las que se desprenden de las leyes aprobadas vía habilitante conducirá a mayor inflación, a una profundización de la recesión y al aumento del desempleo. No menciona el gobierno medida alguna que permita salir del drama en que nos han metido por una política económica de destrucción de la producción nacional. Apenas hace anuncios que terminan siendo falsa propaganda a su favor, cuando en realidad se pinta un cuadro que resume una calamidad para las familias de los trabajadores. Y para colmo ofrece a inversionistas extranjeros verdaderas maquilas llamadas Zonas Económicas Especiales, territorios sin ley del trabajo, sin sindicatos, sin impuestos, sin controles cambiarios y sin restricciones ambientalistas.
Por su parte, las reservas internacionales reciben el impacto de la caída del precio del crudo, que se suma a la baja del precio del oro. Respecto a lo primero, la caída del precio del petróleo va a significar que no tendremos la misma cantidad de dólares para seguir importando el volumen de bienes que satisfacen buena parte de la demanda de los venezolanos, cubierta de esa manera mientras se afianzaba la destrucción del aparato productivo. Por su parte, la caída del precio del oro conduce a una merma de las reservas internacionales. En los últimos tres años se observa un derrumbe en la cotización de este rubro de más de 30%. Por lo que la parte en oro de nuestras reservas —calculada hoy en 70% del total— se ha visto disminuida, lo que se traduce en un debilitamiento del bolívar frente a las divisas y pérdida de capacidad de pago del producto importado, mientras aumentan las tasas de interés de lo que debe la República. Las reservas han permanecido por debajo de 20 mil millones de dólares, menos de las existentes hace 10 años.
A su vez, la deuda pública consolidada se ubica muy por encima de 50% del PIB, de acuerdo con distintas entidades nacionales e internacionales. Por ello, para 2015 se compromete alrededor de 30% del presupuesto de gastos para el pago del servicio de la deuda. Dada la política económica y social del gobierno, es de esperarse una disminución sustancial del presupuesto en educación y salud. En el caso del sector salud, la reducción se eleva a 46%, según el exministro de Sanidad J.F. Oletta. Las universidades solo recibieron cerca de 33% del presupuesto exigido por las autoridades rectorales para garantizar su normal funcionamiento. Los más de dos millones de funcionarios públicos ven con desesperación cómo los exiguos logros del contrato-marco no significarán ningún beneficio real para afrontar las dificultades que se avizoran para 2015.
Podemos concluir que los trabajadores y los sectores populares viviremos una gran penuria de no disponernos a asumir otro derrotero, si no se lucha por un cambio de fondo en el rumbo económico y político. En ello la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) comprometerá sus mejores esfuerzos.

LA TRANSFORMACIÓN PRODUCTIVA
El rentismo ha hecho posible el financiamiento de un sistema económico ineficiente e incapaz de suministrar beneficios a los ciudadanos. Al realizarse mediante una política económica erosiva del aparato productivo, era lógico que nos condujera al desastre anunciado. Esta es una política agotada. Hay que cambiarla de raíz ya que se requiere de una transformación productiva si queremos tomar otro rumbo y superar esta crisis.
La búsqueda de crecimiento económico sostenible se basa en la diversificación de la producción y en un cambio en la concentración de la producción y del empleo. Lograr esa transformación requiere de mejoras en la producción y en la productividad laboral.
Una mayor diversificación es deseable porque hace que la economía crezca más rápido y nos enrumbe hacia la independencia y el desarrollo. De hecho, las ganancias en la producción y en la productividad refuerzan el proceso de diversificación, generándose un círculo virtuoso entre esos factores.
Los países que dependen de recursos naturales muestran usualmente una alta concentración en pocas áreas de la economía, lo cual afecta las posibilidades de crecimiento económico sostenible y los potenciales avances en producción y productividad. La monoproducción condenados por el respeto a una división internacional del trabajoes el resultado perverso de esta orientación.

EL AMBIENTE ECONÓMICO DE VENEZUELA
La economía de nuestro país ha perdido fortaleza de manera progresiva y últimamente de forma abrupta. Este hecho ha sido ocasionado por la instrumentación de una estrategia que no ha priorizado la inversión sino un creciente consumo público y privado para garantizar la realización del producto importado.
La renta petrolera ha hecho posible el financiamiento de una combinación expansiva de política fiscal y monetaria que ha estimulado la demanda ante una capacidad limitada de la oferta interna para reaccionar debido a diversas restricciones institucionales. La inflación se ha acelerado y las importaciones crecieron significativamente para satisfacer la demanda interna. Los problemas de abastecimiento ya toman ribetes muy dramáticos pues tocan elementos esenciales para la alimentación y la salud de la población.
La demanda de bienes y servicios está siendo empujada por un gasto fiscal creciente del Gobierno central y especialmente de Pdvsa. Por su parte, la oferta de bienes y servicios está afectada por una política cambiaria restringida que impide el financiamiento de las importaciones de insumos indispensables para la producción local. Al mismo tiempo la oferta está siendo condicionada por la política de controles de precios y los inconvenientes en el suministro de servicios públicos, especialmente electricidad y gas.
Estos cambios estructurales están constriñendo las posibilidades de generación de crecimiento económico y causando una importante destrucción de empleos productivos, llevando a la sociedad a una profunda pérdida de bienestar, aumentando el caos y la carestía en bienes esenciales para la vida cotidiana. Entretanto, contribuimos a la ampliación del mercado de países de alto desarrollo, principalmente Estados Unidos y China.

EL FUTURO
Venezuela requiere un cambio fundamental en su rumbo económico, en el papel de la política económica, en la relación del sector público con el sector privado, en la participación del sector privado y en el papel que deben jugar los trabajadores y sus organizaciones. Requiere, a su vez, de un cambio radical de la relación con el sector externo, del papel del país en la división internacional del trabajo.
La visión económica de Venezuela debe estar orientada esencialmente a la mejoría en el bienestar de la sociedad. La instrumentación de la política económica debe ser el mecanismo para alcanzar el deseado bienestar social, lo cual requiere la liberación de las fuerzas productivas. En esa búsqueda se hace impostergable la necesidad de un nuevo contrato social incluyente y estructurado que haga viable la convivencia entre el sector público con el sector privado.
Los trabajadores, en este contexto, tenemos una especial relevancia en la construcción de consensos con sentido de inclusión social para garantizar el éxito de la visión económica en el largo y mediano plazo. El crecimiento y desarrollo económico de Venezuela requiere de un proceso de reformas estructurales que garanticen la estabilidad económica.
La sostenibilidad del crecimiento económico y del bienestar de la sociedad depende de la inversión y el trabajo como factores esenciales de la producción. La inversión está determinada por la dinámica de la formación de capital fijo y el papel del trabajo que le corresponde al grupo económicamente activo de la población. En esta circunstancia, el crecimiento económico con baja inflación implica directamente mejoría en el bienestar social. A su vez, el crecimiento, el desarrollo y la diversificación garantizan el equilibrio fiscal y por ende el combate a la inflación mediante el incremento de la recaudación vía impuesto sobre la renta y no de la presión tributaria.
De manera que el bienestar de la sociedad depende, en forma determinante, de la mejoría en la producción y en la productividad, sean provenientes de la tecnología incorporada en el capital físico como en el capital humano logrado a través de la educación.
En este ambiente, los beneficios alcanzados mediante negociaciones salariales pueden representar mejorías en bienestar para los trabajadores si ocurren en el marco de una elevada producción y una creciente productividad. En el caso contrario, las negociaciones puramente salariales llevarán únicamente beneficios efímeros a los trabajadores y, consecuentemente, efectos transitorios y muchas veces ilusorios sobre su bienestar.
De esta forma, las políticas laborales deben basarse en programas nacionales de mejoramiento continuo de las capacidades productivas. Ello implica que el nuevo consenso social requiere de forma explícita que las reivindicaciones al trabajo se encuentren directamente vinculadas a la dinámica de la elevación de nuestra producción nacional.


UN PROGRAMA PARA LA RECONSTRUCCIÓN
Los trabajadores levantamos una alternativa que garantiza la superación del actual estado de cosas, que apunta hacia la PROSPERIDAD. Antes que nada, se requiere una amplia y sólida UNIDAD NACIONAL para reconstruir el país sobre la base del desarrollo nacional. Unidad que se construye resumiendo los intereses de los distintos sectores que desean el rescate del país, el desarrollo y el bienestar. Una garantía de que al conquistar el desarrollo y la independencia practicamos una verdadera democracia sustentada en la más amplia participación ciudadana y en el respeto a las libertades democráticas.
1.  El primer y principal objetivo es impulsar el desarrollo nacional sobre la base de una REVOLUCIÓN INDUSTRIAL que enrumbe el país hacia la producción de lo que necesita su gente. Contamos con riquezas que bien pueden garantizar la base de esta meta. Además de petróleo, bauxita y otros minerales, como coltan y vanadio, contamos con recursos agrarios e hídricos que sirven en conjunto para sustentar el desarrollo acelerado de la economía nacional.
2.  El petróleo debe convertirse en PALANCA PARA EL DESARROLLO. La renta debe ser aprovechada en función de la inversión productiva, el desarrollo nacional y, por ende, debe apuntar hacia la creación de puestos de trabajo de calidad, de trabajo decente. La industria petrolera debe dar un vuelco. El aumento de la producción del crudo debe ir acompañado de la diversificación de la industria petrolera.
3.  Una meta fundamental para lograr los objetivos anteriores es alcanzar la SOBERANÍA AGROALIMENTARIA. Parte de la inversión productiva debe ser destinada al agro, aprovechando las posibilidades que brinda la riqueza de nuestros suelos con las bondades de nuestro clima que garantizan un auge inusitado de la producción agrícola y pecuaria. Inversión, asistencia técnica y mercado seguro son la base para alcanzar esta meta.
4.  La demanda de la población venezolana debe ser satisfecha con la producción nacional, asequible y de calidad. El MERCADO NACIONAL debe ser para la PRODUCCIÓN NACIONAL principalmente. La industrialización del país y la soberanía agroalimentaria conducen a un mayor bienestar. Su base está en el empleo productivo. En consecuencia un salario decente que garantice más bienestar sirve para un sólido mercado para la producción nacional.
5.  La EDUCACIÓN es elemento importante en la transformación productiva. Ello hace posible la incorporación de la tecnología en los procesos productivos y, al mismo tiempo, crea las condiciones necesarias para la innovación. La política educativa debe estar orientada al mejoramiento de la educación formal y al apoyo a la educación técnica.
6.  Una NUEVA DEMOCRACIA basada en la participación ciudadana en la toma de decisiones. Además, el rescate de principios y valores de la democracia, como la alternabilidad y la división de poderes, junto al respeto e impulso de las más amplias libertades democráticas, garantizan la construcción de una nueva manera de gobernar y de nuevas relaciones entre el gobierno y la ciudadanía y sus organizaciones autónomas.
7.  Una NUEVA ÉTICA CIUDADANA cristalizada principalmente en la función pública y la actuación política basada en el interés del país, los trabajadores y el ciudadano, por encima de cualquier interés particular. Esta nueva ética se convierte en una palanca de la participación en la reconstrucción del país productivo que las grandes mayorías reclaman.

NUEVA POLÍTICA ECONÓMICA
La realización de esta propuesta supone la puesta en práctica de una nueva política económica que propicie en primer lugar la inversión productiva por encima de cualquier otra demanda. “Sembrar el petróleo”, consigna nacional que tiene más de 80 años, traduce esta orientación. A su vez para que haya inversión productiva, debe rescatarse el principio de que la banca supone la intermediación del ahorro social hacia la inversión. Para ello la ganancia del sistema bancario debe realizarse en el crédito barato.
Garantizada la inversión, debe impulsarse una nueva política fiscal que se asiente principalmente en el impuesto a la ganancia y no en el tributo. El desarrollo y el crecimiento económico garantizan alta capacidad recaudadora a partir de la creación de riqueza transformadora. Al reducir el tributo, a su vez estamos propiciando la demanda ciudadana del producto nacional.
La estabilidad de los precios con base en esta orientación estará garantizada, ya que el equilibrio fiscal afincado en la recaudación de impuestos a un creciente sector productivo conduce a que la masa monetaria esté en correspondencia con la riqueza a ser transada. Inflación cero será la meta a alcanzar.
La política social de nuevo tipo debe acompañar estas orientaciones fundamentales para la realización del programa que presentamos los trabajadores al país. Una política social que garantice mejores condiciones de vida y de trabajo para la gente. Que se exprese en una política educativa al servicio del desarrollo: una educación de calidad que cree una fuerza de trabajo suficientemente calificada y capaz de asumir los retos del desarrollo, de un desarrollo diversificado que demanda importantes avances científicos y tecnológicos.
La salud ciudadana debe estar en correspondencia con las metas del desarrollo. Podemos alcanzar una mayor calidad de vida cuando la soberanía agroalimentaria, la calidad de los productos y su precio estén en correspondencia con la capacidad de demanda de los trabajadores y la ciudadanía. Podemos plantearnos como perspectiva una política de salud preventiva sin descuidar la atención de endemias y epidemias contingentes, dadas las nuevas condiciones de vida de los venezolanos.
Las demandas ciudadanas de vivienda y ambiente podrán ser satisfechas en virtud de que el incremento en la recaudación permitirá un ahorro social que debe ser dirigido a la construcción del hábitat de calidad. La política social y la participación de los venezolanos en su realización serán fuerza para el desarrollo nacional diversificado y fuente de estímulo al trabajo productivo y el desarrollo.

UNA PLATAFORMA UNITARIA
Los trabajadores venezolanos estamos impelidos a levantarnos contra la política destructiva implantada en los últimos años. Una PLATAFORMA DE LUCHAS que unifique a todos los trabajadores venezolanos debe ser preámbulo de los objetivos programáticos antes indicados. La consigna principal que debe guiarnos es QUE LA CRISIS NO LA PAGUE EL PUEBLO TRABAJADOR.
Nuestros innumerables esfuerzos para que el Ejecutivo Nacional respete la autonomía y la libertad sindical y abra verdaderos espacios para el encuentro, para el diálogo y para el consenso en torno a los principales determinantes del trabajo como hecho social, han devenido en infructuosa búsqueda, pues nos hemos topado con la intransigencia, arbitrariedad, sectarismo y prepotencia de gobernantes que levantan el populismo como discurso para ocultar su visión militarista y corporativista en las relaciones con las organizaciones sociales autónomas, y en particular con las organizaciones sindicales que tienen su compromiso fundamental con sus agremiados, con la defensa de la democracia y con los principios universales de defensa de los derechos laborales en tanto derechos humanos que son. Desde ese discurso populista han edificado un régimen de arbitrariedades que son ocultadas por decisiones leguleyas y con el apoyo de sectores oficialistas dentro del sindicalismo que han vendido su alma al diablo para apoyar los desafueros que se cometen desde el alto gobierno.
El rescate y la protección del PODER ADQUISITIVO DEL SALARIO y el respeto al valor de nuestros pasivos laborales tienen un lugar principal en el desarrollo de nuestras luchas, frente a la voracidad de una irrefrenable inflación.
El respeto a la CONTRATACIÓN COLECTIVA y a la LIBERTAD SINDICAL es elemento central para fortalecer las organizaciones sindicales en un rol que reivindique a la función sindical y la vincule con la búsqueda de una sociedad donde prive la solidaridad, el respeto, la igualdad y el progreso como principios de las relaciones humanas, y que a la par sea un freno a las acciones anárquicas y violentas en la resolución de los conflictos laborales.
La implantación de un SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL que esté afincado en el desarrollo del trabajo productivo nos dará mayor solidez y sostenibilidad a futuro, y disminuiremos los peligros y vulnerabilidades de los planes de asistencia social basados única y exclusivamente en la variable y voluble renta petrolera.
Es vital el impulso de amplios espacios para el DIÁLOGO SOCIAL, en el cual los trabajadores participemos permanentemente en la búsqueda y afianzamiento de acuerdos y consensos que posibiliten una acertada aplicación de las políticas de desarrollo nacional y de respeto a los derechos laborales.
¡Por un mundo mejor para los trabajadores!
Comité Ejecutivo
Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV)

Barquisimeto, 9 de diciembre de 2014

jueves, 18 de septiembre de 2014

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miércoles, 10 de septiembre de 2014

¿Quieres saber la verdad detrás del caso Bandera Roja? Por Jesús Noel Hermoso


“Periodismo es publicar algo que alguien no quiere que sea publicado, el resto es publicidad“. ¿Recuerdan esa cita de George Orwell? En este caso, sin duda, existen quienes no quieren que se publique la verdad. Prefieren simplemente que se publique una versión que conviene al Poder, y a los “poderosos” en su sentido más amplio.

El por qué político

 Bandera Roja es un partido que tiene prestigio (o fama, como quieran verlo) de comunista, revolucionario, socialista o en general de izquierda. Su condición, labrada durante más de 44 años y con cientos de muertos, encarcelados, guerrilla, lucha armada durante los años 70 y 80, y por supuesto una cantidad enorme de mentiras y exageraciones en el terreno de las acusaciones sobre el uso de la violencia, labraron en la conciencia de muchos venezolanos la idea de su carácter revolucionario. Y este prestigio (o fama, repito) es también y al mismo tiempo una de sus virtudes en el terreno de la percepción política en Venezuela.

 Frente a un gobierno que se asume como “revolucionario”, justamente que una organización con tal prestigio señale -tal como señala Bandera Roja- que no son revolucionarios ni de izquierda, es algo sumamente peligroso. Por supuesto, resulta impostergable para el gobierno, entonces, limitar la posibilidad de que esta afirmación obtenga el eco suficiente en la opinión pública.

 Al mismo tiempo, y luego de amplias investigaciones a las que sin duda ha tenido acceso buena parte de la dirección política opositora, en la sociedad venezolana en su conjunto la inclinación política hacia la izquierda es significativamente amplia. Resulta entonces, como ustedes sin duda deben conocer, que hubo una decisión, principalmente frente a las elecciones en las que Henrique Capriles hubo de ser candidato, de presentarse como “Progresista”, permitiendo así presentar a la oposición, acusada de derecha inmisericordemente por el gobierno, dentro de una posición de centro izquierda que permitiera aumentar la base electoral. Pues justamente esto motivó al propio Capriles y su entorno más cercano a hacer esfuerzos por “parecer” lo más inclinado hacia la izquierda posible, pero sin el riesgo de mancharse de “rojo”. Un salpicado bastaba. Ahí, el activo de Bandera Roja, entonces, se hizo preciado. No se trataba de un acercamiento a los planteamientos, ni nada parecido. Se trataba simplemente del aprovechamiento de esta “ventaja comparativa”.

En Venezuela nadie quiere ser de derecha públicamente

 Resulta pues que uno de los activos de Bandera Roja, su prestigio, se convirtió entonces en algo sumamente útil. Y mientras el gobierno hacía todos los esfuerzos por calificar a Bandera Roja de “haberse ido a la derecha”, la dirección opositora hacia todo el esfuerzo por quedarse solo con ese activo, con la incomodidad y molestia que supone estar con lo que en el fondo consideras “enemigo”.

 La campaña desatada por el gobierno para afianzar su fama y carácter de “revolucionario, socialista y hasta comunista”, llevaba consigo una campaña de buena parte de la oposición dirigida a acusarlo de lo que ellos mismos se autocalifican. Era sin duda una ayuda enorme que brindaban algunos sectores opositores, y que aún siguen brindando. Esto, para Capriles y asesores, se convirtió en ese momento en una incomodidad que fue atenuada mediante la incorporación de Bandera Roja a espacios importantes de dirección en la oposición. Hasta una camisa de Bandera Roja usó Capriles en una oportunidad, luciendo un impostado orgullo por el “honor”.

 Entre tanto, el gobierno decide entonces proceder en otra dirección. Progresivamente comenzó a quitarle las tarjetas electorales de “izquierda” a la unidad opositora. Todos los esfuerzos dirigidos en este sentido tuvieron como corolario la captura de Podemos, PPT, MAS y el resto de partidos regionales y nacionales considerados de “izquierda”. La utilización de métodos que van desde el uso del Tribunal Supremo de Justicia, hasta la compra de dirigentes y la colocación en puestos de “poder”, permitió esta “hazaña”. Pero el trabajo, sin haber obtenido a la organización de mayor prestigio revolucionario (Bandera Roja), estaba incompleto.

El asunto “jurídico”

 En 2012 surge entonces la oportunidad. Un grupo sumamente reducido de señores, sin ningún talento y profesión, acuden al TSJ a introducir una demanda contra un Congreso Nacional en el cual se realiza la elección de autoridades en Bandera Roja. El crecimiento y desarrollo de nuestra organización (aunque algunos se apuren en negar), sin duda, había permitido el desplazamiento casi absoluto de estos señores. Estaban imposibilitados de ser electos por las bases de nuestro partido y acuden al TJS para solicitar la suspensión del evento electoral, bajo un tecnicismo halado por los “Cabellos”, lo que se convirtió en la gran oportunidad que el gobierno estaba esperando: no haber publicado un aviso, sumamente costoso, con el Cronograma Electoral pagado en diarios nacionales para la realización del Congreso. Aun cuando se hicieron decenas de ruedas de prensa y una campaña nacional pública y masiva sobre la realización de nuestro Congreso, con la asistencia y participación pública de importantes dirigentes opositores, gobernadores, etc, el tecnicismo del aviso del Cronograma les permitió solicitar ante el TSJ la suspensión del proceso electoral por ser un acto que “lesiona Principios Valores democráticos y derechos y garantías legales y estatutarias a los militantes de BANDERA ROJA”, tal y como lo señala la sentencia en la que anulan nuestro proceso electoral DEMOCRÁTICO, en el que se reeligió por segunda vez a Gabriel Puerta como Secretario General y a Carlos Hermoso como su adjunto. Aquí pueden ver la sentencia (http://www.tsj.gov.ve/sr/Default3.aspx?url=../decisiones/selec/mayo/19-15513-2013-aa70-e-2012-000077.html&palabras=bandera%20roja) en la que se anula el proceso electoral y se solicita restitución de las autoridades anteriores, siendo estas justamente Gabriel Puerta y Carlos Hermoso nuevamente, ya que se trataba solo de una reelección unánime. Esta sentencia aún no les permitía obtener el control del partido, pero sí les permitía ratificar en su puesto de “Presidente” del partido al señor Pedro Véliz, ya convenido con el gobierno a través de viejas relaciones con ex militantes de Bandera Roja, hoy oficialistas en altos puestos de gobierno, quienes estaban dedicados a esta labor de compra de la tarjeta del partido. Es necesario aclarar que la figura de Presidente en Bandera Roja siempre ha sido decorativa; una especie de cargo honorífico para militantes de mayor edad y antigüedad. Jamás ha tenido autoridad toda vez que la autoridad, como en casi todos los partidos del planeta tierra, recae en el secretario general y su adjunto. (Ver aquí nuestros estatutos vigentes - http://bandera-roja.blogspot.com/2012/03/estatutos-de-bandera-roja.html).

 Luego de esta sentencia, y sin haber podido obtener al partido, ni a su tarjeta, surge una nueva oportunidad en la que el TSJ procede nuevamente con un adefesio jurídico a inmiscuirse en los asuntos internos de un partido. Para las elecciones de alcaldes y gobernadores del El 16 de diciembre de 2012, y posterior a la derrota sufrida por Capriles en las elecciones presidenciales, se hacía impostergable para el gobierno fracturar lo más posible a la oposición. Bandera Roja había definido participar inconmoviblemente dentro de las filas de la MUD y no utilizar su propia tarjeta electoral. Sin embargo, el TSJ acreditó a Pedro Véliz como el “representante” electoral de Bandera Roja, quitándole la potestad a Gabriel Puerta. No fue la “militancia rebelada” como señalan estos impostores e infiltrados renganchados por el TSJ, sino que fue UNA SENTENCIA DEL PODER JUDICIAL y no otra cosa, lo que permitió que para ese proceso electoral Véliz postulara a candidatos AJENOS A LAS FORMULAS OPOSITORAS. Ello trajo como consecuencia que con ayuda de los “votos de Bandera Roja” y el MAS, ambos inscritos con planchas paralelas en varios estados, se perdieran 8 alcaldías importantes para la oposición. Así, los “voticos” de los partidos “chiquitos”, sí valieron y el gobierno había logrado una parte de su cometido. Aquí la segunda sentencia aún vigente, y que solo faculta para inscribir en aquellas elecciones. Hoy, nuestro expediente está inmovilizado y en juicio. No tiene admisibilidad de nuevos documentos y solo espera sentencia, porque lo de fondo no es la sentencia, sino quitarnos la tarjeta, a Bandera Roja y a su militancia. (http://www.tsj.gov.ve/sr/Default3.aspx?url=../decisiones/scon/agosto/1188-9813-2013-13-0732.html&palabras=bandera%20roja).

Hoy qué sucede (combinación de factores de poder)

 La gesta heroica librada por los jóvenes estudiantes y sectores descontentos entre los meses de Febrero y Julio demostró la fuerza que Bandera Roja puede desplegar junto con otros factores, distinta a la fuerza electoral. Es la fuerza de combate y lucha de calle. Esta rebelión que vivió el país -sujeta a múltiples evaluaciones sin duda, pero que no puede negar ninguna de esas evaluaciones la inmensa participación alcanzada por la sociedad, principalmente por su juventud-, dio como resultado la posibilidad de realmente salir del gobierno. En su urgencia frente a la posible caída, el gobierno optó, entre otras cosas, por negociar con TODOS los que le permitiera sostenerse. Cedió espacios importantes de poder (económicos principalmente, de negocios, que son en última instancia la expresión real del Poder en su sentido más genérico), a factores internacionales, pero también a factores internos de la oposición. Presupuestos a alcaldías y gobernaciones, contrataciones jugosas en Pdvsa, en Corpoelec y en diversos espacios “no políticos” entraron en la negociación, Y ESO LO SABEN USTEDES CONPAÑEROS PERIODISTAS. Así, se cocinó el “Diálogo”, y así, se pretendió fraguar el enfriamiento de la protesta social, hoy pendiente de su resurgimiento inevitable.

 En medio de esa negociación salvadora, obtener el nombre de Bandera Roja seguía en debate entre las facciones de gobierno. Pero obtener la tarjeta electoral de Bandera Roja para el oficialismo, sin un proceso electoral cercano, resulta en lo inmediato inútil. Mejor, tal como la realidad práctica señala y ha sucedido, colocarla como una organización “negociable” y “dócil” a los diversos acuerdos de “convivencia” que se pueden alcanzar con los nuevos socios de la oposición, hoy en la dirección de su plataforma opositora, la MUD. Así, y habiendo secuestrado circunstancialmente la tarjeta de Bandera Roja, orientaron a sus agentes infiltrados y adjudicatarios circunstanciales de nuestra tarjeta, entregarla a la MUD ya que esto resulta de mucho mayor beneficio.

 Sin embargo, el mantener secuestrada esa tarjeta permitiría, eventualmente, que pueda pasar a formar parte del oficialismo cuando sea requerido por el poder del gobierno. Eso lo saben los señorones de la MUD, y saben su potencial riesgo también, pero bajo un esquema de “gobierno concertado” o “poder negociado”, no resultaría tan perjudicial eventualmente.

No se trata de “divisiones”, sino de infiltrados

 Estos señores, orientados por el gobierno directamente, han jugado en otros escenarios buscando también fracturar a la “unidad opositora”. Junto con Pablo Medina habían recientemente impulsado un llamado BUN, señalando que con esta iniciativa no venían a “dividir sino a emplazar la búsqueda de alternativas comunes”, pero a renglón seguido señalaban que “lamentablemente en la MUD no encontramos el espacio y el intercambio fue mínimo", lo que los obligaba en aquel momento a salirse de esta instancia. Aquí la noticia (http://www.el-nacional.com/politica/Bloque-Unidad-Nacional-romper-polarizacion_0_461353914.html). Con esta iniciativa, jugando en varios escenarios, buscaban simplemente hacer lo necesario por legitimar la “propiedad” sobre nuestra tarjeta, y a su vez hacer el daño necesario a la oposición a través de salidas “terceristas”. Hoy, semanas después de haber declarado esto, aparecen como adalides de la MUD, tal como señala uno de los infiltrados en actitud reptante, al decir que “la MUD es el único organismo político plural, de la alternativa democrática, reconocido por la mayoría del pueblo venezolano”. Aquí la noticia reciente (http://www.lapatilla.com/site/2014/09/07/desmienten-salida-de-bandera-roja-de-la-mud/)

 Es así como hoy, en el momento en que Bandera Roja toma la determinación de retirarse de las filas de esa negociación de factores de poder por sostenerse, resulta de una utilidad enorme el secuestro del cual es objeto nuestra tarjeta electoral y nuestro nombre. Pero es solo nuestra tarjeta la que está secuestrada, no está secuestrada nuestra organización, salvo nuestra muy querida dirigente juvenil, Sairam Rivas, principal dirigente estudiantil y única dirigente gremial que sí está secuestrada, pero en las mazmorras del Sebin. De Resto, tengan por seguro que Bandera Roja seguirá en su línea política, inexorablemente, por la verdadera liberación del pueblo de Venezuela. La liberación de esta plaga enorme que ha caído y que hoy pareciera mostrarse, en su momento de mayor debilidad, como invencible. El pueblo venezolano es heroico, y ustedes saben, compañeros periodistas, que lo es. Y Bandera Roja estará, como ustedes también saben, EN LA PRIMERA FILA, con los mejores hombres y mujeres. Bandera Roja estará junto al pueblo, luchando sin miedo por la liberación, por ustedes, incluso por algunos de ustedes que hoy ocultan la verdad sobre nuestra situación; por sus hijos y por una humanidad más humana y más justa, que inexorablemente tiene que surgir, porque la especie humana, queridos compañeros, nunca podrá apostar por su propia iniquidad y destrucción. En sus manos está la verdad.

Suyo,

Jesús Noel Hermoso
Periodista y responsable nacional de propaganda y medios de Bandera Roja
26 años de militancia y miembro electo en el Comité Central con la más alta votación, formado en Bandera Roja desde su nacimiento, ustedes lo saben.
Contacto: 0416-6247524 / @Jesus_Hermoso

martes, 29 de julio de 2014

CABILDO DE CHACAO: 5 MIN PARA 45 MUERTOS, artículo de @liderhumano

En Venezuela suelen ocurrir hechos inéditos dignos de integrar el libro de récord Guinnes, en virtud de los acontecimientos ocurridos en el país desde el 12 de febrero de este año. La dirigente y luchadora social Susana Rojas, que no oculta su parcialidad política desde BR, solicitó un derecho de palabra en la cámara municipal de Chacao con el objetivo de que se estableciera un acuerdo de la misma en virtud de los graves hechos que vive el país de 45 muertos, casi 3.300 libertades restringidas, heridos, torturados, delitos sembrados y represiones brutales. Muy a pesar de todo para que los hechos pudiesen plantearse formalmente ante la cámara Municipal de Chacao, tuvieron que transcurrir cuatro sesiones en virtud de que no había quórum; “entendemos que el tema no era de tanta prioridad como lo señaló en su momento el Sr. presidente de la cámara concejal Shully Rosenthal, considerando que ya se había realizado varios acuerdos rechazando las agresiones del gobierno”. A la ciudadana Susana Rojas, abogada de profesión, tuvo a su hijo detenido, torturado, víctima amén de haber tenido la iniciativa de la constitución del frente por la liberación de los presos y estudiantes detenidos, se le otorgó cinco minutos, es decir, 300 segundos después de detenerse la sesión y deliberar 30 minutos los concejales si se le permitía realmente desarrollar el derecho de palabra que le había sido acordado. Debe entenderse que presuntamente lo que hablaría retumbaría o perjudicaría a las estructuras institucionales ¿u ocasionaría un revés político en la jugada del ajedrez de Chacao? Que grande ironía. Esta dirigente lo que pretendía era explicar como se continuaba concurrentemente después de varios acuerdos, realizando en Chacao brutales represiones, torturas, muertes, entre otros hechos. Asimismo confirmar que un exitoso ex alcalde de Chacao, su amigo y líder Leopoldo López, le habían sembrado delitos, lo tenían incomunicado, sin visitas familiares, solo por el contenido de sus palabras al abordar el tema de la salida constitucional; igualmente señalar como a la líder Sairam Rivas, le torturaba en el SEBIN. De igual forma se encontraba presente este servidor quien fue abogado de varios estudiantes y en mi función de presidente del Comité de los DDHH de la Federación Interamericana de Abogados (FIA) órgano adscrito a la OEA y con más de 6 millones de agremiados en toda América. Quien por cierto, venía de exponer estos hechos en la 50 conferencia de la FIA en San Juan de Puerto Rico, ante los 113 juristas más connotados de América, previamente lo había realizado por ante la Unión Iberoamericana de Abogados (UIBA) realizada en Montevideo, donde su presidente el ilustre Dr. Luis Martín Mingarro, abogado del Rey de España, nos escuchó con gran impresión y deseos de ayudar, otorgándonos el tiempo necesario para exponer los graves acontecimientos. Vale decir, nuestra voz se escucha en el mundo; sin embargo, no hubo un espacio de escasos minutos para sensibilizar a quienes fueron electos para defender a un colectivo hoy masacrado e indefenso por mezquindades subalternas de poderes secuestrados y abusos de poder. Es imperioso hacer un reconocimiento a los concejales Alfredo Jimeno, Rafael del Rosario y Diego Shariker por su sensibilidad humana y claro concepto de su papel como ediles; la cámara está para escuchar al pueblo que los eligió. La mujer del César no solo tiene que serlo sino parecerlo.

Ramón Flores Carrillo
Presidente del Comité de los DDHH de la Federación Interamericana de Abogados

Artículo publicado en el Diario 2001
27-06-2014

jueves, 29 de mayo de 2014

@SairamRivas, Trofeo de la Dictadura (cuarta parte), por @Jesus_Hermoso

Mayo. Mes de flores y de la clase obrera, de la brisa y los papagayos, extremo norte de la temporada de sequía, frontera sur, sedienta, de la temporada de lluvia en Venezuela. Fue ese mes en el que Sairam Rivas conquistó un nuevo triunfo en el certamen de belleza en República Dominicana. "No lo gané pero quedé como primera finalista, y yo creo que fue porque me extendí mucho en la parte de las preguntas", me dijo por teléfono. Acababa de llegar de su concurso y ya desesperaba por reunirse. "Hay mucho por hacer en la universidad", dijo.

Una beca de inmerecidos 400 bolívares era la asignación que los estudiantes, saliendo bien en sus estudios, podían llegar a percibir en la Universidad Central de Venezuela si lograban ser beneficiados entre los miles de solicitantes. Sai asumió la idea de proponer un proyecto de Ley de Protección y Bienestar Estudiantil ante la Asamblea Nacional que finalmente redactó junto con Daniel Enríquez, dirigente de la ULA y otros compañeros. Tenía como tarea convencer al movimiento estudiantil y a los dirigentes de las FCU sobre la necesidad de luchar por una atención integral y decente para los universitarios, pero algunos la desestimaron. Les propuso una lucha y les sugirió una consigna surgida de la UJR: "Una beca igual a un salario", que otros dirigentes (algunos tímidamente) asumieron.

Ahí comenzó una nueva batalla. En ese mismo mayo en el que los trabajadores veían pasar el cadáver de su salario en un diminuto aumento, Sai había entusiasmado a varios dirigentes en esa idea y daba inicio a un conflicto universitario en el que, y pese a su desacuerdo con la negociación alcanzada finalmente, se conquistó luego de duras jornadas una nueva beca de apenas 1200 bolívares para los estudiantes.

Durante toda esa refriega Sai vio por primera vez la cara de la violencia sobre su propio cuerpo. Los habituales malandros del gobierno inscritos en la UCV para sembrar terror, se valieron de otras mujeres prevalidas de artes marciales para atacarla a puñetazos. Fue duramente golpeada en su propia escuela y amenazada de muerte si regresaba a las aulas de clase. Sai regresó a su salón al día siguiente, caminando con cabeza erguida, como enseña bien el modelaje y también la ética de una verdadera revolucionaria. Tuvo miedo, pero se sobrepuso.

"No podemos avanzar en la conquista de los derechos de los estudiantes con esta dirigencia gremial. Tenemos que cambiarla", dijo Sai en una reunión juvenil de su partido. Veía con preocupación un liderazgo radicalmente distinto al que conquistó las providencias estudiantiles, los autobuses, Fames; al que conquistó el pasaje estudiantil, a esa dirigencia que otrora dio su vida y sangre por la libertad y la democracia; los veía distintos a Belinda Álvarez, presidente asesinada del Centro de Estudiantes de su escuela y cuyo nombre está inscrito en Trabajo Social. Sai veía un liderazgo distinto al que ella soñaba representar. Esa preocupación marcaba el rumbo de un nuevo reto: construir un movimiento estudiantil genuinamente universitario, autónomo, auténtico, cuyos motivos y valores se inflamaran de justicia y no de moneda corriente. Una muchachita de estética impecable y nariz naturalmente respingada, se propuso como meta el interés colectivo por sobre la vanidad juvenil. No se podía menos que estar orgulloso de permanecer en su entorno (ya no tan cercano); como cuando se ve a un hijo comenzar a caminar, y alejarse cada vez más hacia el mundo.

Para octubre del año pasado (2013) hubo un encuentro muy importante para Sai. Fue invitada a una reunión de análisis del Comité Político Nacional de Bandera Roja. Estaba tan entusiasmada que estudió varios materiales "para ir preparada". Ahí se bosquejó en el debate la tendencia hacia una rebelión democrática y popular frente a la miseria y el engaño al que había sido sometida Venezuela durante más de 15 años. Sai se preocupó mucho por hablar, por exponer sus puntos de vista, con la autoridad de una dirigente, con la dedicación de una intelectual. Sai dijo que era el momento de la juventud, que era el momento de darlo todo por Venezuela, que lo que venía ella lo presentía fuerte, y que para ello se necesitaba firmeza y coherencia en la ruta, en la dirección y en la unidad de todos. Se convenció finalmente en el debate sobre la necesidad de un programa de reconstrucción para Venezuela. Se encontraba asumiendo una responsabilidad que uno jamás espera descanse en un joven, pero que inexorablemente la historia se empeña en imponernos como norma: ser el futuro del país y tener que conquistarlo por sí mismo. Tenía un nuevo proyecto de vida: Venezuela...

@SairamRivas, Trofeo de la Dictadura (Tercera parte), por @Jesus_Hermoso

Mayo. Mes de flores y de la clase obrera, de la brisa y los papagayos, extremo norte de la temporada de sequía, frontera sur, sedienta, de la temporada de lluvia en Venezuela. Fue ese mes en el que Sairam Rivas conquistó un nuevo triunfo en el certamen de belleza en República Dominicana. "No lo gané pero quedé como primera finalista, y yo creo que fue porque me extendí mucho en la parte de las preguntas", me dijo por teléfono. Acababa de llegar de su concurso y ya desesperaba por reunirse. "Hay mucho por hacer en la universidad", dijo. 

Una beca de inmerecidos 400 bolívares era la asignación que los estudiantes, saliendo bien en sus estudios, podían llegar a percibir en la Universidad Central de Venezuela si lograban ser beneficiados entre los miles de solicitantes. Sai asumió la idea de proponer un proyecto de Ley de Protección y Bienestar Estudiantil ante la Asamblea Nacional que finalmente redactó junto con Daniel Enríquez, dirigente de la ULA y otros compañeros. Tenía como tarea convencer al movimiento estudiantil y a los dirigentes de las FCU sobre la necesidad de luchar por una atención integral y decente para los universitarios, pero algunos la desestimaron. Les propuso una lucha y les sugirió una consigna surgida de la UJR: "Una beca igual a un salario", que otros dirigentes (algunos tímidamente) asumieron. 

Ahí comenzó una nueva batalla. En ese mismo mayo en el que los trabajadores veían pasar el cadáver de su salario en un diminuto aumento, Sai había entusiasmado a varios dirigentes en esa idea y daba inicio a un conflicto universitario en el que, y pese a su desacuerdo con la negociación alcanzada finalmente, se conquistó luego de duras jornadas una nueva beca de apenas 1200 bolívares para los estudiantes. 

Durante toda esa refriega Sai vio por primera vez la cara de la violencia sobre su propio cuerpo. Los habituales malandros del gobierno inscritos en la UCV para sembrar terror, se valieron de otras mujeres prevalidas de artes marciales para atacarla a puñetazos. Fue duramente golpeada en su propia escuela y amenazada de muerte si regresaba a las aulas de clase. Sai regresó a su salón al día siguiente, caminando con cabeza erguida, como enseña bien el modelaje y también la ética de una verdadera revolucionaria. Tuvo miedo, pero se sobrepuso. 

"No podemos avanzar en la conquista de los derechos de los estudiantes con esta dirigencia gremial. Tenemos que cambiarla", dijo Sai en una reunión juvenil de su partido. Veía con preocupación un liderazgo radicalmente distinto al que conquistó las providencias estudiantiles, los autobuses, Fames; al que conquistó el pasaje estudiantil, a esa dirigencia que otrora dio su vida y sangre por la libertad y la democracia; los veía distintos a Belinda Álvarez, presidente asesinada del Centro de Estudiantes de su escuela y cuyo nombre está inscrito en Trabajo Social. Sai veía un liderazgo distinto al que ella soñaba representar. Esa preocupación marcaba el rumbo de un nuevo reto: construir un movimiento estudiantil genuinamente universitario, autónomo, auténtico, cuyos motivos y valores se inflamaran de justicia y no de moneda corriente. Una muchachita de estética impecable y nariz naturalmente respingada, se propuso como meta el interés colectivo por sobre la vanidad juvenil. No se podía menos que estar orgulloso de permanecer en su entorno (ya no tan cercano); como cuando se ve a un hijo comenzar a caminar, y alejarse cada vez más hacia el mundo. 

Para octubre del año pasado (2013) hubo un encuentro muy importante para Sai. Fue invitada a una reunión de análisis del Comité Político Nacional de Bandera Roja. Estaba tan entusiasmada que estudió varios materiales "para ir preparada". Ahí se bosquejó en el debate la tendencia hacia una rebelión democrática y popular frente a la miseria y el engaño al que había sido sometida Venezuela durante más de 15 años. Sai se preocupó mucho por hablar, por exponer sus puntos de vista, con la autoridad de una dirigente, con la dedicación de una intelectual. Sai dijo que era el momento de la juventud, que era el momento de darlo todo por Venezuela, que lo que venía ella lo presentía fuerte, y que para ello se necesitaba firmeza y coherencia en la ruta, en la dirección y en la unidad de todos. Se convenció finalmente en el debate sobre la necesidad de un programa de reconstrucción para Venezuela. Se encontraba asumiendo una responsabilidad que uno jamás espera descanse en un joven, pero que inexorablemente la historia se empeña en imponernos como norma: ser el futuro del país y tener que conquistarlo por sí mismo. Tenía un nuevo proyecto de vida: Venezuela...